¿Migración circular o efecto llamada? Las cifras de la última batalla entre el Gobierno y el PP por la crisis migratoria

A falta de un urgente acuerdo para la acogida de migrantes ante el goteo de cayucos llegados a las costas canarias (Ceuta también vuelve a afrontar una situación crítica), las diferencias entre los dos principales partidos españoles, PP y PSOE, han dado en las últimas horas otro salto cualitativo a través de un duro cruce de reproches. En medio de la gira del presidente del Gobierno por África para tejer alianzas con los países de origen en la lucha contra los flujos migratorios irregulares, la batalla entre el Gobierno y el PP se encona a cuenta de la solución de la crisis migratoria.

La propuesta de Pedro Sánchez en torno a la migración ordenada, que ahonda en los programas de migración circular al incluir a Mauritania y Gambia, y facilitar el uso de esta herramienta en Senegal, se ha topado nuevamente con la oposición del PP. Los populares, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, acusaron al presidente del Gobierno de “alentar un efecto llamada” y apostaron por las deportaciones masivas, una idea planteada en países europeos como Alemania o Italia.

Frente a esta radicalización del discurso xenófobo, el Gobierno refuerza este instrumento legal (existe desde el año 2000). En todo caso, en Moncloa ofrecen esta solución como una parte del paquete de medidas para frenar la inmigración irregular ante la previsión de un otoño caliente. Para el Gobierno es “fundamental” abordar la migración desde varios puntos de vista, como el “control” contra las mafias y los delitos de trata de seres humanos, “la cooperación con países de origen y de tránsito”, añaden estas voces.

Tras el cruce de acusaciones entre el Gobierno y el PP, cabe preguntarse: ¿qué es la migración regular y qué impacto ha tenido hasta ahora la contratación desde los países de origen de los trabajadores? El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones define este instrumento como un ejemplo “paradigmático de migración regular, ordenada y segura que ofrece una triple ganancia”.

El departamento dirigido por la socialista Elma Saiz considera que estos programas permiten a las personas encontrar oportunidades en el extranjero sin romper los vínculos con su país en origen, favorece que empresas encuentren los perfiles cualificados que requieren y, a nivel bilateral, supone una herramienta de cooperación y relación entre países a nivel internacional.

Antes de la reforma del reglamento de extranjería de 2022, estos proyectos tenían que tramitarse año a año, pero ahora se hace una vez cada cuatro, lo que ayuda a “reducir las cargas administrativas” para empresas y para las personas que migran. “En la actualidad es una herramienta para cubrir las demandas del mercado laboral español, pero también para la cooperación con los países de origen, ya que en muchos casos incluye la formación de los trabajadores y el consiguiente beneficio para sus comunidades cuando regresan”, explica el ministerio.

España trabaja con programas de migración circular desde hace 24 años, aunque la lista de países de origen con los que se desarrollan estos programas ha ido ampliándose. En 2024 ya son nueve los países con los que el Estado español ha suscrito acuerdos sobre regulación y ordenación de flujos migratorios, a través de los cuales se orientan las ofertas de empleo.

Además de los recién incorporados, Mauritania y Gambia, Colombia, Ecuador, Honduras, Perú, Guatemala, Uruguay, Argentina, Marruecos y Senegal completan la lista. Asimismo, hay otros nueve Estados con los que España mantiene instrumentos de colaboración en esta materia: Guinea, Guinea Bissau, Cabo Verde, Mali, Níger, México, El Salvador, Filipinas y Paraguay.

Dentro de los beneficios “positivos” de esta práctica, que impacta especialmente en los sectores de la agricultura, el textil y el turismo, las cifras de trabajadores extranjeros llegados a España ha experimentado un fuerte aumento este año. Según los datos aportados por el Ministerio de Inclusión, en 2022 se firmaron convenios con países como Marruecos, Colombia, Honduras y Ecuador, y vinieron 19.100 trabajadores a España. Al año siguiente, se amplió a Senegal, Argentina y Uruguay, y se beneficiaron unas 17.200 personas.

En 2024, las cifras que se manejan hasta la fecha son de 20.515 trabajadores. La mayoría de los migrantes contratados temporalmente proceden de Marruecos, seguido de Colombia. Asimismo, a España también han viajado con un contrato 152 senegaleses, tal como recoge EFE. En este sentido, fuentes del departamento que lidera Saiz sostienen que el nuevo memorando firmado con Senegal durante la gira africana de Sánchez “recoge y mejora” el apoyo jurídico para el proceso de selección de trabajadores con el objetivo de que los migrantes senegaleses se acojan a estos programas.

Frente a las acusaciones de los de Alberto Núñez Feijóo y su apuesta por las deportaciones masivas, el Gobierno opta por la receta de la migración circular y otros programas, como el Plan Nacional de Reasentamiento de refugiados, que facilitan el empleo a personas refugiadas. En su defensa, el Ejecutivo se acoge a las recomendaciones de diversos estudios de la ONU, la Comisión Europea, el FMI, la Airef o el Banco de España, en los que se habla de que España “necesita del orden de 300.000 trabajadores migrantes al año para sostener el estado del bienestar”, tal y como subrayan desde el Ministerio de Inclusión.