Lujos, viajes y un futuro prometedor: así era la idílica vida de Daniel Sancho antes del asesinato de Arrieta

Después de un año y un mes detenido, Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua por el asesinato del cirujano Edwin Arrieta. Ha sido un año de idas y venidas que ha terminado como se esperaba. El hijo de Rodolfo Sancho se presentó la policía desde el primer momento como autor confeso del crimen. Fue arrestado e ingresó en la prisión de Koh Samui, en Tailandia. Pero durante estos meses, el hijo del actor ha cambiado de parecer y ha intentado defender su inocencia a regañadientes.

Daniel Sancho nacía en el seno de una familia de actores, su padre, Rodolfo Sancho y su madre, Silvia Bronchalo, quien a pesar de intentar el mundo de la interpretación se acabó dedicando a otra cosa. Lo cierto es que, el matrimonio fue algo inestable y no salió adelante por mucho tiempo.

A raíz de la separación, Daniel Sancho decidió vivir con su padre. Este, debido a su trabajo, no prestaba atención suficiente a su hijo y pasaba días de rodaje fuera de casa. Por lo tanto, para suplir la falta de atenciones, Rodolfo colmaba a su hijo de regalos caros y dinero en cantidad. Así fue como Daniel Sancho empezó a vivir una vida de rico, que rápidamente afectó a su personalidad.

Según ha publicado El Debate, un compañero de colegio del nieto de Sancho García era una persona “narcisista y arrogante”. Hablando en nombre de los demás que compartieron clase con él, decía: “Nos sorprendió y flipamos con que se viese envuelto en un descuartizamiento, pero no nos sorprendió que estuviese envuelto en un lío”.

Desde su infancia, Daniel Sancho se rodeó de gente con mucho dinero, asistió a un colegio privado y entrenó todos los deportes: tenis, boxeo, surf, esquí, muai thai, entre otros. Recibió unos buenos estudios universitarios en Administración y Dirección de Empresas. Luego se formó en cocina en las mejores escuelas, como Le Cordon Bleu, donde la matrícula es de unos 7.000 euros. Puso en marcha un negocio de catering (La Boheme) y una hamburguesería (Boogie Burgers).

Finalmente, Daniel Sancho encontró el tirón en YouTube y, en general, en las redes sociales. Sin embargo, al cumplir 18 años se revelaron algunas interacciones suyas en las redes con comentarios homófobos, racistas y machistas, que le convertirían poco a poco en el personaje polémico que es hoy en día.

A pesar de todo, el hijo de Silvia Bronchalo se había convertido en influencer y no dudaba en mostrar su lujosa vida en las redes: resorts de lujo, spas, piscinas, fotos en barcos navegando por las Islas Baleares, y el ático de lujo desde el que grababa sus vídeos para YouTube, que le costaba más de 1.200 euros al mes.

También hacía públicas instantáneas de sus viajes por distintos países del mundo, como por ejemplo Tailandia, que no era la primera vez que lo visitaba. En cambio, ahora, pasará ahí el resto de sus días.

La vida de Daniel Sancho ha dado un giro radical. Ha pasado de gozar de todos los privilegios, sin escatimar en nada, a estar en la prisión de Koh Samiu.

La prisión de Koh Samui no destaca por ser de las más duras de Tailandia. Está considerada una de las más leves en comparación con otras. Aunque lo ha solicitado, Daniel Sancho no volverá a esta prisión. Ingresará en una de las cárceles tailandesas de gran peligrosidad: Surat Thani, Nakhon Si o Bang Kwang.