Desde el pasado agosto de 2023, Rodolfo Sancho se encuentra atravesando un delicado momento personal. Hasta entonces, su rostro era de sobra conocido gracias a su dilatada trayectoria en el mundo cinematográfico, una faceta que, seguramente, heredó de su padre, el legendario actor Sancho Gracia. Conocido por dar vida a personajes en series como Mar de Plástico o Amar en tiempos revueltos, el día a día del madrileño cambió drásticamente desde el pasado verano.
Su apellido comenzó a copar los titulares de la prensa nacional e internacional por el asesinato que cometió su hijo, Daniel Sancho, fruto de su relación con Silvia Bronchalo. El chef, que ha sido condenado a cadena perpetua tras celebrarse un juicio de doce sesiones, descuartizó y desmembró a Edwin Arrieta en Tailandia el 2 de agosto de 2023. Una trágica noticia que ha mantenido desde entonces a Rodolfo Sancho centrado en hacer todo lo que esté al alcance de sus manos.
El actor siempre ha sido discreto en lo que su intimidad se refiere y apenas se conocen detalles de su vida, más allá de su historial amoroso, sus hijos y sus éxitos en el mundo de la interpretación. Sin embargo, el macabro asesinato del cirujano colombiano y el hecho de que el youtuber culinario esté implicado en el mismo cambió por completo el discreto día a día que Rodolfo solía mantener.
Su primogénito Daniel
La primera vez que el amor tocó la puerta de Rodolfo Sancho fue con Silvia Bronchalo, de cuya relación nació Daniel Sancho, el único hijo del entonces matrimonio. Pese a que ambos se separaron hace años, los dos volvieron a retomar su comunicación tras conocerse que su primogénito está siendo procesado por un delito. Ambos se conocieron siendo muy jóvenes, pues ni siquiera llegaban a los 20 años de edad.
Sin saberlo, los dos compartían una profunda pasión que les acabaría uniendo. Fue en 1993 cuando ambos coincidieron en una escuela de interpretación donde recibían formación para dedicarse al mundo de las artes escénicas. Como acostumbraban a pasar tiempo juntos, poco a poco fue surgiendo la chispa del amor e iniciaron una relación. En aquel entonces, ella tenía 18 años y él 19 y, meses después de haber comenzado su romance, Silvia quedó embarazada de Daniel, que nació en 1994.
Ante el hecho de que iban a formar una familia, Sancho Gracia aconsejó a su hijo que formalizase su noviazgo con la empresaria. Así, los dos pasaron por el altar con tan solo 20 años. La ceremonia fue tan íntima que no trascendieron a la luz imágenes de su boda y ni siquiera el día exacto en el que decidieron darse el sí, quiero. Su matrimonio duró una década, tiempo en el que mantuvieron su entorno familiar alejado de los focos mediáticos. Nunca posaron públicamente como pareja, aunque sí se conoce que ambos tuvieron una relación estable y cercana, centrada en el cuidado de su hijo y en el desarrollo de su faceta profesional.
Sin embargo, su historia de amor no llegó a buen puerto y, de mutuo acuerdo, tomaron la decisión de firmar un divorcio de forma amistosa, pero, con el paso del tiempo, su comunicación pasó ser nula. De hecho, los dos llevaban años sin establecer una conversación hasta que se produjo la detención de Daniel.
La pequeña Jimena
Tiempo después, Rodolfo Sancho conoció a Xenia Tostado, su pareja desde hace más de 20 años y con quien tiene una hija en común, Jimena, que actualmente tiene 10 años. La también actriz ha sido su gran pilar en estos duros momentos. El dúo se conoció en 2005 durante el rodaje de la película Cuba libre. Enseguida, la conexión y la química entre ambos fue evidente. Lo que comenzó como una discreta amistad, terminó convirtiéndose en una consolidada relación que, 18 años después, aún sigue viento en popa.
Aunque todavía la pareja no ha pasado por el altar, su felicidad y unión les llevó a formar una familia de tres. En 2014, la que fuera Vanesa en la Sin tetas no hay paraíso y el actor tuvieron su primera hija en común. Desde hace más de seis años, Xenia Tostado, Rodolfo Sancho y su hija dijeron adiós a su vida en Madrid y, juntos, empezaron una nueva vida en Fuerteventura, donde acostumbran a recorrer la isla en caravana y practicar una de sus grandes pasiones, el surf.