El mercado inmobiliario en España continúa presentando disparidades significativas en los precios de alquiler, especialmente cuando se trata del arrendamiento de habitaciones en pisos compartidos. Según el último informe del portal inmobiliario Idealista, el coste de alquilar una habitación en el país varían considerablemente según la localidad, con diferencias que superan los 300 euros entre comunidades autónomas. Mientras que ciudades como Barcelona encabezan la lista con precios que alcanzan los 565 euros al mes, otras como Jaén ofrecen habitaciones por tan solo 210 euros, posicionándose como la capital más económica para este tipo de alquiler.
300 euros de diferencia
La ciudad jiennense, situada en Andalucía, se ha convertido en la capital de provincia más barata para alquilar una habitación, coste medio de 210 euros mensuales. Esta cifra contrasta fuertemente con las capitales de mayor demanda como Barcelona, Madrid o Palma, donde los precios superan los 500 euros. Palencia y Zamora son otras ciudades donde los precios se mantienen bajos, con 217 y 220 euros respectivamente, reflejando la tendencia de las ciudades de tamaño medio o pequeño a ofrecer alquileres más accesibles.
En el otro extremo del espectro, Barcelona se destaca como la ciudad más cara para alquilar una habitación, con un coste medio de 565 euros al mes. Este precio no solo es el más alto del país, sino que también refleja el incremento de la demanda en la capital catalana, donde el mercado inmobiliario ha experimentado una fuerte presión en los últimos años. Madrid y Palma siguen de cerca, con precios que alcanzan los 500 euros mensuales. Estas ciudades, junto con San Sebastián (450 euros), son ejemplos de cómo los grandes núcleos urbanos continúan siendo los más caros para quienes buscan una habitación en alquiler.
Aumento de la oferta
El informe de Idealista también señala un aumento significativo en la oferta de habitaciones en alquiler, con un incremento del 29 % interanual en el segundo trimestre de 2024. Este crecimiento en la oferta ha permitido contener el aumento de los precios, que solo han subido un 3 % en promedio, situándose en 400 euros mensuales a nivel nacional. Sin embargo, esta tendencia no es uniforme en todas las ciudades. Mientras en lugares como Soria y Palma la oferta ha disminuido, otras ciudades como Logroño, Castellón de la Plana y Albacete han experimentado incrementos de más del 100% en la disponibilidad de habitaciones, lo que ha ayudado a estabilizar los precios en estas áreas.
El alto coste del alquiler, especialmente en las grandes ciudades, ha afectado de manera significativa a los jóvenes españoles que buscan independizarse. Según un informe de pisos.com, el alquiler de un piso de 90 metros cuadrados ha alcanzado un promedio de 1.062 euros al mes, mientras que el salario medio de los jóvenes en España es de 1.050 euros netos mensuales. Este desfase entre ingresos y costos de vivienda obliga a muchos jóvenes a compartir piso, extendiendo la edad media de emancipación hasta los 30,4 años, una de las más altas de la Unión Europea.
En comunidades como Baleares, Madrid, Cataluña y Canarias, el precio de los alquileres supera con creces el salario medio, lo que hace prácticamente imposible para los jóvenes emanciparse sin compartir gastos. En contraste, en regiones como Aragón, Andalucía y Murcia, los alquileres son más asequibles, permitiendo a los jóvenes destinar un menor porcentaje de su salario al pago de la renta, aunque el margen para cubrir otros gastos sigue siendo limitado.