El Gobierno teme que Junts y ERC torpedeen los Presupuestos de 2025: “Somos conscientes de nuestra minoría parlamentaria”

El Gobierno tiene claro que en las próximas semanas presentará unos nuevos presupuestos para el próximo año, pero el optimismo se rebaja al pensar en la siguiente fase, la de la tramitación de las cuentas públicas en el Congreso, donde Pedro Sánchez no tiene una mayoría absoluta por sí solo. Más allá de los continuos tirones de oreja de la formación de Carles Puigdemont, en el Ejecutivo asumen que la celebración de los congresos de Junts y ERC en octubre y noviembre, respectivamente, puede volver a desestabilizar la política a nivel estatal.

“Somos conscientes de nuestra minoría parlamentaria”, recuerdan en Moncloa para referirse a la posibilidad de que el proyecto presupuestario de 2025 descarrile en el Congreso al coincidir con el importante momento de reflexión de estos partidos. La celebración de estos cónclaves no solo servirá para reorganizar su cúpula, ya que sendos partidos independentistas, cuyo apoyo es imprescindible para el Gobierno, también redefinirán su estrategia en Madrid después de las derrotas que han sufrido en las últimas citas electorales.

Frente a estos batacazos, que culminaron con la caída de la hegemonía del bloque independentista en Cataluña por primera vez desde la irrupción en 2012 del llamado procés catalán, el socialista Salvador Illa se convirtió en presidente de la Generalitat a principios de agosto. “Afrontar periodos congresuales y más cuando se está fuera de las instituciones tiene sus complejidades”, esgrimen estas voces gubernamentales, que apuntan a un otoño caliente en Madrid por estos congresos.

En otras palabras, el hecho de que la tramitación de las cuentas públicas de 2025, que el Gobierno asegura que presentará “en tiempo y forma”, esto es, antes del 1 de octubre, coincida con el periodo de reflexion de estos partidos puede abocarlas a un callejón sin salida en la Cámara Baja. De ser así, en Moncloa no descartan la opción de que Sánchez se vea obligado a volver a prorrogar los actuales Presupuestos (de 2023), como ya hizo el año pasado por el adelanto electoral en Caraluña: “Si se prorroga hay unos Presupuestos nuestros y no del PP”, añaden estas fuentes para quitar hierro a esta idea.

Tal como apuntó la ministra portavoz, Pilar Alegría, el Gobierno asumirá el riesgo y tiene decidido que presentará los Presupuestos. “Somos conscientes de cuáles son nuestras tareas y nuestra responsabilidad”, añadió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En Moncloa aseguran que trabajan con la “posibilidad” de que haya nuevas cuentas el próximo año, pero al no tenerlo garantizado obliga a Sánchez a no vender la piel del oso antes de cazarlo.

Cabe recordar que para los socialistas, los Presupuestos son la razón de ser de la legislatura, pero también para los socios parlamentarios que invistieron a Sánchez. Y es que, más allá de la amnistía pactada con ERC y Junts en el marco de la investidura del presidente del Gobierno, la mayoría de los acuerdos comprometidos por el PSOE con estas formaciones, EH Bildu, PNV, BNG o Coalición Canaria (CC) se tienen que articular bajo el paraguas del proyecto presupuestario.

El Gobierno ya comprobó de primera mano la dificultad para encontrar apoyos a los Presupuestos en el Congreso cuando Junts tumbó contra todo pronóstico la senda de estabilidad, el paso previo para presentar el proyecto presupuestario. En palabras del ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, supuso una “hostia para el Gobierno”, tal como confesó en una conversación con el diputado de ERC Francesc Marc-Álvaro Vidal, cazada por un micrófono abierto tras el anuncio de Junts de que iba a votar en contra a la senda de estabilidad.

En el inicio del curso político, con ERC en guardia (vigilará que se cumpla el acuerdo con los socilistas en materia de financiación), Junts sigue muy alejado del Gobierno. Así lo demostró el partido de Puigdemont, que este martes unió sus fuerzas a PP y Vox, sin éxito, para obligar a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a comparecer esta misma semana en el Congreso para explicar la financiación singular para Cataluña.

Desde Barcelona, la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, reiteró que su partido no forma parte de ningún bloque político estatal. También, acusó a ERC de decir que habían acordado “un concierto económico con el PSOE y el PSOE dice que no hay concierto económico”, por lo que reclamó una aclaración al respecto. En su cruzada contra el pacto entre los socialistas y los republicanos para investir a Illa en Cataluña, Junts amaga con utilizar los Presupuestos de 2025 para volver a dar un golpe de autoridad. Esta situación, sumada a los congresos de los partidos independentistas, amenaza con dañar la estabilidad del Gobierno de coalición.