Cuáles son las ventajas de un divorcio de mutuo acuerdo

Cada vez más gente se divorcia en España. Según el último informe ‘Transformación y crisis de la institución matrimonial en España’, elaborado por el Observatorio Demográfico CEU, algo más del 50% de los matrimonios se acaban separando en el país. Sin embargo, aunque la consecuencia de la separación es siempre la misma existen diferentes formas de llevarlo a cabo, cada uno con sus particularidades y ventajas e inconvenientes.

El divorcio contencioso es el que ocurre cuando uno de los cónyuges no está de acuerdo con la separación o con las condiciones propuestas por el otro. En este caso, es necesario acudir a un proceso judicial en el que un juez decide sobre aspectos como la custodia de los hijos, la división de bienes y las pensiones alimenticias. Este tipo de divorcio suele ser más largo y complejo debido a la falta de acuerdo entre las partes.

Otra modalidad es el divorcio de mutuo acuerdo, que se caracteriza por la voluntad de ambas partes de separarse de manera amistosa. En este caso, los cónyuges deben presentar un convenio regulador que recoja los términos de la separación, como la custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y la distribución de bienes.

Este tipo de separación presenta varias ventajas que lo convierten en la opción preferida para muchas parejas que desean separarse de manera pacífica y eficiente. Una de las principales ventajas es la rapidez del proceso, ya que al existir un consenso entre ambas partes, el divorcio puede resolverse en un tiempo considerablemente menor en comparación con un divorcio contencioso. Esto evita largos procedimientos judiciales y permite a las partes retomar sus vidas más rápidamente.

Otra ventaja importante es la reducción de los costes. Al no ser necesario un juicio prolongado, los gastos legales se reducen significativamente y, si las partes han acordado todos los términos de la separación, pueden presentar un convenio regulador ante un notario, lo que simplifica el proceso y disminuye aún más los costes asociados.

El divorcio de mutuo acuerdo también minimiza el conflicto entre las partes. Al haber un entendimiento mutuo sobre los términos del divorcio, se evitan enfrentamientos y tensiones innecesarias, lo que es especialmente beneficioso cuando hay hijos de por medio.

Finalmente, el control sobre las decisiones es otra ventaja clave. En un divorcio de mutuo acuerdo, son las propias partes las que, de manera conjunta, deciden cómo organizar aspectos cruciales como la custodia de los hijos, el régimen de visitas y la distribución de los bienes. Este grado de autonomía permite soluciones personalizadas que mejor se adaptan a las necesidades y circunstancias de ambos cónyuges, evitando que un juez imponga decisiones que pueden no ser las más adecuadas para la familia.

Dentro del mutuo acuerdo existe una modalidad que es incluso más sencilla: el divorcio express. Este se tramita bien por la vía judicial, ante el letrado de la Administración de Justicia (sin intervención del juez), o bien por vía notarial, es decir, ante notario.

Para llevarlo a cabo hay que cumplir algunos requisitos, como que la pareja no tenga hijos menores y en el caso de que sean mayores, expresen su consentimiento. Además, han tenido que pasar un mínimo de tres meses desde que se celebró el matrimonio.

En España, el divorcio exprés se introdujo con la reforma de la Ley del Divorcio en 2005, la cual eliminó la necesidad de alegar causas específicas para la disolución del matrimonio.