Crónica de un crimen en Tailandia: la confesión de Daniel Sancho, el asesinato de Edwin Arrieta y una sentencia con posible condena a pena de muerte

Tras casi un año desde que se diera a conocer el asesinato de Edwin Arrieta, este jueves se cierra la historia con la publicación de la sentencia del juicio

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Daniel Sancho, escoltado por la Policía de Tailandia (EFE/Somkeat Ruksaman)
Daniel Sancho, escoltado por la Policía de Tailandia (EFE/Somkeat Ruksaman)

Han pasado más de 400 días desde que saliera a la luz uno de los crímenes más mediáticos de los últimos años: El hijo del actor Rodolfo Sancho, Daniel Sancho, confesaba haber matado y descuartizado al cirujano colombiano Edwin Arrieta en la isla de Koh Phangan, al sur de Tailandia. Desde las primeras informaciones de los medios locales tailandeses hasta la finalización del juicio, el caso no ha hecho más que añadir nuevos capítulos a la historia, pero no será hasta este jueves, que se cerrará de forma definitiva con la publicación de la sentencia que decidirá la pena a la que se tendrá que enfrentar el español.

Todo comenzó el 31 de julio de 2023, cuando Daniel Sancho y Edwin Arrieta llegaron de forma separada a la isla de Koh Phangan para celebrar juntos la fiesta de la luna llena. Cada uno se hospedó en un hotel diferente, siendo el elegido por el español el bungalow número 6 del resort Haad Salad Villa.

Agosto de 2023

El primer día de agosto las cámaras de seguridad de un establecimiento graban a Sancho comprando una sierra, cuchillos, detergente y otros utensilios. Por su parte, Arrieta contacta por última vez con su familia, con una llamada con su hermana. Ambos son vistos en unas imágenes circulando juntos en una motocicleta.

El miércoles 2 de agosto es el último día que se ve a la víctima con vida. Tras un paseo por la playa, Sancho le mata en su bungalow y descuartiza el cuerpo con los utensilios comprados el día anterior. Tardó tres horas, según confesaría más tarde a la Policía. Tras el crimen paga 1.000 dólares a una mujer para alquilar un kayak que utiliza para deshacerse del cadáver, distribuyéndolo en bolsas que arrojó al mar y a un vertedero.

Tan solo un día más tarde, Sancho acude a comisaría para denunciar la desaparición de su compañero, Los agentes se dan cuenta de que presenta numerosos cortes y arañazos. Junto a la denuncia, un hombre encuentra una pelvis humana en un vertedero, lo que hace que la Policía abra una investigación. El 4 de agosto comienzan a salir más restos humanos y los investigadores interrogan al español como sospechoso y este asegura que habían pasado un rato juntos, pero que no sabía nada de él desde la noche anterior.

El español Daniel Sancho se enfrenta al juicio en Tailandia por el supuesto asesinato del colombiano Edwin Arrieta. El tribunal tiene que determinar si fue un crimen premeditado o un accidente.

Es el sábado 5 de agosto cuando Sancho decide confesar que lo mató por “celos”, por lo que es arrestado y se le quita el pasaporte. “Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin, me tenía prisionero y estaba amenazando a toda mi familia”, es la versión que defiende en ese momento. Un día después de la confesión, Daniel Sancho junto con la Policía del país asiático reconstruyen el crimen y el detenido reafirma su confesión. Recorren varios puntos de la isla tailandesa hasta llegar al hotel donde se produjo el crimen.

El 7 de agosto pasa a disposición judicial y ante el juez vuelve a reafirmar su confesión. Entra en prisión preventiva y es trasladado al centro penitenciario de la isla vecina Koh Samui. Su familia contrata como abogado a Khun Anan, un prestigioso letrado tailandés.

El 10 de agosto los investigadores del caso encuentran en el móvil de Daniel Sancho varios mensajes amenazantes escritos por Edwin Arrieta. En ellos, según fuentes del caso, la víctima amenazaría al acusado con la publicación de fotos comprometedoras.

Cerrada la primera quincena de agosto, la Policía tailandesa informa de todos los detalles del caso en una rueda de prensa multitudinaria. Los investigadores han concluido que Sancho, presuntamente, asesinó y descuartizó a Edwin Arrieta. Lo mató tras asestarle una puñalada en el pecho, luego lo desmembró y trató de deshacerse de las partes por varios lugares de la isla tailandesa.

Septiembre y octubre de 2023

No es hasta septiembre, en concreto el día 3, que el padre del detenido, Rodolfo Sancho, viaja hasta el país asiático junto con su equipo de abogados, encabezado por Marcos García Montes. Unos días más tarde hacen un anuncio de que Khun Anan deja de ser su abogado por el miedo a que la presión mediática afecte a su reputación y prestigio en su país.

Rodolfo Sancho acompañado de sus abogados en el aeropuerto Madrid Barajas (Europa Press)
Rodolfo Sancho acompañado de sus abogados en el aeropuerto Madrid Barajas (Europa Press)

Ese mismo mes la Fiscalía de Madrid se opone a la extradición de Sancho a España. Tiene una causa pendiente con la justicia española por un supuesto delito de lesiones, pero su comparecencia puede realizarse de forma telemática.

El 25 de octubre la Fiscalía de Samui finaliza el informe del caso. Según el ministerio fiscal, “Daniel Sancho mató a Edwin Arrieta intencionadamente con premeditación y enterró, ocultó, trasladó y destruyó el cadáver”. Por su parte, la defensa de Sancho defiende que no hubo premeditación, ya que los utensilios adquiridos días antes eran para sus labores como chef.

El juicio contra Daniel Sancho

Pasado el fin de año y unos cuantos meses, el 9 de abril de 2024 da comienzo el juicio por el asesinato de Edwin Arrieta. En este, la Fiscalía tailandesa acusa a Daniel Sancho de tres delitos: asesinato premeditado, ocultación del cuerpo y destrucción de documentación ajena.

El juicio fue celebrado a puerta cerrada y durante doce sesiones participaron alrededor de 35 testigos. En su declaración Sancho relata: “Me puse de pie y le propiné un fuerte puñetazo en su cara con mi mano izquierda, lo que hizo que se cayera. Su cabeza se golpeó fuertemente con el lavabo, de forma que sangró, pero aún estaba consciente. Entonces Edwin me mordió el brazo izquierdo, y yo luché, agarré a Edwin, le levanté y le lancé con fuerza contra el lavabo, hasta que perdió el conocimiento”. Añade que durante su relación, fue un rehén de Edwin.

Un mes más tarde se da por finalizado y el juez anuncia que no será hasta el jueves 29 de agosto cuando se de a conocer la sentencia.

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