Esta es la velocidad a la que una colilla puede causar un incendio: la DGT avisa

Más de 40.000 hectáreas de bosque se han quemado en los últimos 20 años a causa de arrojar colillas, según un informe de la Asociación Reforesta

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Imagen de archivo de personas recogiendo colillas (Europa Press)
Imagen de archivo de personas recogiendo colillas (Europa Press)

El 80% de los incendios en 2023 fueron intencionados o fruto de algún tipo de negligencia o accidente, según datos desprendidos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y difundidos por la Dirección General de Tráfico. El mismo informe detalla que el 3% de los incendios tiene su origen en colillas abandonadas o arrojadas desde automóviles en marcha.

En 1999 se produjo uno los casos más sonados, cuando se propagó un fuego descontrolado en el túnel de MontBlanc, que une por carretera Francia con Italia. El incendio causó la muerte de 39 personas y obligó a cerrar la infraestructura durante tres años.

La catástrofe, además de las pérdidas humanas que conllevó, tuvo un coste total de 150 millones de dólares en reparaciones y pérdidas superiores a 800 millones de dólares. La investigación determinó que la causa del desastre fue una colilla mal apagada que, arrojada desde otro vehículo, encendió el filtro de aire de un camión.

Diez mil incendios al año en España: el 95% los produce el ser humano y más de la mitad son intencionados.

El departamento de bomberos voluntarios de Dashwood (Canadá), publicó un vídeo, de 20 segundos de duración, en redes sociales en el que muestran lo rápido que un cigarrillo puede causar un incendio forestal. En una ubicación controlada, los bomberos depositan una colilla sobre hierba seca. De pronto, en cuestión de segundos, las llamas comenzaron a expandirse como si de una mecha se tratase.

El 3% de las causas de incendios en España

De acuerdo con Reforesta, entre 2004 y 2013, en España, las colillas mal apagadas representaron el 3,25% de los incendios forestales. Este tipo de desecho, cuando se deja en cunetas, supone un alto riesgo de incendio, que se agrava en la época estival, especialmente en ambientes propensos a la sequía. Además del grave peligro de incendio, las colillas contienen sustancias químicas tóxicas y tardan entre uno y ocho años en degradarse.

La DGT explica que, pese al descenso del número de fumadores y a la concienciación de la población sobre los incendios, arrojar a la carretera cigarros encendidos sigue siendo uno de los graves peligros para bosques y campos.

Según la organización, más de 40.000 hectáreas de bosque se han quemado en los últimos 20 años a causa de esta práctica, que está castigada con multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del permiso de conducir, sin olvidar las terribles consecuencias sobre la fauna y la flora del paisaje. Además de las colillas, la DGT recuerda que los restos de cristales pueden concentrar la luz solar y generar un “efecto lupa”, lo que aumenta aún más el peligro de incendios.

De acuerdo a otro estudio sobre el abandono de residuos en cunetas en EEUU realizado en 2009 (con una muestra de casi 10.000 personas), más del 90% corresponde a restos de pequeño tamaño: 10 centímetros o menos, de los cuales el 38% son cigarrillos.

Reforesta explica a través de su página web que en cualquier época del año es importante seguir determinadas pautas de seguridad para prevenir desastres forestales. Para desechar con cuidado los restos de los cigarros se debe mojar primero las colillas con agua y desecharlas de forma segura cuando estén apagadas. “Nunca las tires al suelo”, reitera.

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