Sofía Suescun se ha sentado en el plató de ¡De Viernes! para hablar de la guerra que protagoniza junto a su madre, Maite Galdeano. Cabizbaja y sin apenas fuerzas para hablar, la influencer ha mostrado una faceta bastante diferente a la que los televidentes acostumbran ver en sus apariciones televisivas. Rota, hundida y devastada, la pareja de Kiko Jiménez se ha armado de valor para sacar a la luz detalles de su vida hasta ahora desconocidos en el espacio de Telecinco.
Para el ojo público, el origen de todo tuvo lugar en el momento en el que la de Pamplona sacó a la luz que su hija la había echado de casa. Sin embargo, parece ser que esta historia tiene su comienzo mucho tiempo atrás. Y es que, durante años, Sofía Suescun ha estado aguantado insultos y presiones por parte de su progenitora. “Ella siempre ha querido que fuera la mejor en todo y si no era la mejor, era una fracasada”, ha desvelado la finalista de Supervivientes All Stars en el programa presentado por Beatriz Archidona y Santi Acosta.
La creadora de contenido ha sacado a la luz el momento exacto en el que decidió dar el paso. “Lo recordaré como el peor día de mi vida. Vuelvo de un aislamiento tras Supervivientes y retomo mi rutina. Estaba en mi gimnasio y ella entra y no para de molestarme. Me machaca primero con el concurso, me dice que lo he hecho muy mal, que no tenía que haber vuelto a la televisión con un tono muy despectivo. No era distinto a lo que hacía otras veces, pero de repente me miré al espejo y dije: ‘Se acabó, no puedo aguantarlo más’”, ha relatado sobre aquel 4 de agosto, cuando regresó de Honduras.
“Su objetivo era hacerme daño”
“Empecé a llorar y a sufrir un ataque de ansiedad. Llamé a Kiko y ella empezó a insultarlo. La tensión aumenta porque ella no para de insultarnos y yo me voy de casa porque temo que suceda una desgracia”, ha proseguido detallando sobre aquel complicado episodio. La televisiva tomó la decisión de trasladarse a casa de su hermano, Cristian, para pedirle que intercediera para que su madre abandonara el chalé. “Él se asustó cuando me vio llegar, por el estado en el que estaba. Mi madre lo llama y me exige que vuelva. Como no me hace caso, la engañamos, le decimos que tiene que irse de mi casa porque voy a romper con Kiko, porque para ella, él es el enemigo. Al día siguiente, ella coge sus cosas y se marcha”.
Al darse cuenta de que todo se trataba de un montaje, Maite Galdeano contó lo sucedido en redes sociales. “Yo no daba crédito. Me he visto obligada de explicar lo que está pasando, se han contado muchas mentiras y quiero que se me escuche”, ha afirmado, antes de hacer una petición a su madre. “Lo único que quiero y pido es libertad, ser libre, no vivir con esa presión. Ella quiere una muñeca, tengo que opinar y pensar como ella diga, siempre, si no, soy una mala hija. Y tengo que estar con ella siempre, porque si no, amenaza con quitarse la vida”, ha manifestado Suescun.
Tras romperse en plató por las palabras que le dirige su propia madre, Sofía Suescun da fuertes declaraciones:
— De viernes (@deviernestv) August 23, 2024
“Mi madre me considera de su propiedad”
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“He vivido situaciones de pánico, a ella le da igual todo, mis sentimientos, mis opiniones... El objetivo de ella es hacer daño y lo ha conseguido”, ha lamentado la invitada del espacio de Mediaset. Además, ha hecho hincapié en que cuando su madre regresó a casa ella optó por esconderse, ya que Maite “estaba endemoniada y yo no era capaz de afrontar esa situación”. “La propia policía se da cuenta de que mi madre no está bien, actúa poseída, desde el odio, la ira o no sé, y me aconsejan que ponga una orden de alejamiento. Y lo hago, porque tengo miedo”.
Sin duda, el testimonio de Sofía Suescun ha sido desgarrador y emotivo. Nadie podría imaginarse esta versión de la historia, que no ha sido nada fácil sacar a la luz. “Necesito respirar, mi tiempo y mi espacio. Son muchos años en los que yo también soy culpable de haber normalizado momentos que había que haber cortado mucho antes pero tenía miedo, a la vista está”, ha manifestado, haciendo referencia a todos los años que ha intentado ocultar esta parte de su vida al foco público.
“No reconoce lo que está pasando, no lo hace. No deja de ser mi madre y le estaré siempre agradecida por haberme traído al mundo y sacarme adelante, pero necesito vivir mi vida. Ella no está bien, necesita ayuda y yo no tengo fuerza, ahora mismo lo más sano es distanciarme y esperar a que ella reconozca sus errores, jamás lo ha hecho, ella busca otros culpables siempre. Es triste decirlo, pero mi madre no me conoce”, ha zanjado Sofía Suescun, quien ha dejado la vereda abierta a una reconciliación al afirmar que espera que, algún día, pueda tener una relación madre e hija mucho más sana. “Mi intención no es hacer daño a mi madre, solo quiero explicarme. Tengo la esperanza de que reaccione. Quiero que esto quede como un pasado, ese es mi mayor deseo”.