El coste que tienen que afrontar las familias por la vuelta al cole oscila este curso entre los 400 y los 500 euros por niño. Es el más elevado de la historia debido al aumento de la inflación, que ha incidido en el precio de los libros, con subidas hasta los 187 euros de media por alumno, y en el de los uniformes, cuyo precio medio ronda los 227 euros.
Se trata de un presupuesto que no todas las familias pueden afrontar, por lo que se verán obligadas a pedir financiación y a pagar intereses por el capital solicitado. El precio depende del producto financiero elegido y antes de optar por uno hay que tener en cuenta que “el mejor es aquel que te ayuda a evitar cualquier endeudamiento que pueda comprometer la economía familiar”, aconseja Javier Fano, responsable de Banco Mediolanum en la Zona Levante.
Para conseguir este objetivo, los consumidores deben analizar los distintos productos que ofrecen los bancos y otras entidades financieras, haciendo hincapié en el interés que cobran, y hacer cuentas para ver si pueden afrontarlo.
Entre las opciones de financiación más baratas, Estefanía González, portavoz de Finanzas Personales de Kelisto, destaca las tarjetas de crédito con pago a fin de mes, ya que “no tienen coste ni comisiones”. No obstante, tienen el inconveniente de que solo permiten retrasar el pago de los gastos generados por el inicio de curso unos días o semanas.
Préstamos personales, la “mejor opción”
Para los que necesitan un plazo mayor para devolver el dinero, la mejor opción son los préstamos personales, cuyo interés ronda de media el 6,7%. “Es el más bajo del mercado”, reconoce González. Considera que “son la mejor alternativa”.
Aún así, reconoce que tienen dos inconvenientes. El primero es que la mayoría están pensados para cantidades más elevadas que las que generan el gasto de la vuelta al cole, por lo que “es posible que no nos encontremos con muchas ofertas y que estas no sean tan atractivas como las disponibles para gastos superiores”, apunta la experta. Otra de sus desventajas es que el tiempo de tramitación para que los concedan es más largo que el de las tarjetas de crédito.
A pesar de ello, Antonio Gallardo, experto financiero de Banqmi, también los sitúa en el primer lugar del ranking, e incide en que la cuantía mínima a solicitar suele ser superior a los gastos de la vuelta al cole. Sin embargo: “hay establecimientos que dan el préstamo a medida, incluso con el reclamo de sin intereses”. Esto no significa que no tengan ningún coste, ya que, en ocasiones, aplican una comisión inicial por el estudio de la operación o de apertura. Por eso Gallardo recomienda “fijarse en la TAE (Tasa Anual Equivalente) antes de contralarlos”.
Tarjetas, intereses entre el 18,4% y el 20%
La segunda opción más barata son las tarjetas de crédito, tanto las de pago aplazado como las revolving. Ambas fórmulas permiten financiar cualquier cantidad de gasto. Eso sí, su interés es mucho más alto que el de los préstamos personales, casi el triple.
Según datos de Banqmi, el interés medio ronda el 18,4%, frente al 6,7% de los préstamos, mientras que en el caso de las tarjetas revolving su interés puede llegar al 20%.
No obstante, pueden encontrarse tarjetas más baratas en el mercado. Eso sí, exigen vinculación bancaria. Estefanía González pone como ejemplo la de MyInvestor, al 5,84% TIN (Tipo de Interés Nominal), “cuyo interés es considerablemente menor que el de otras tarjetas del mercado”.
A pesar de que son más caras, Gallardo destaca que tienen la ventaja de que son más flexibles en las cantidades que financian y en el plazo de devolución del préstamo. Aconseja que para pagar lo menos posible por ellas, “hay que devolver cuanto antes el prestamo y así reducir costes”.
Financiación al consumo
Otra forma de subir la cuesta de septiembre es mediante la financiación al consumo que ofrecen tiendas y grandes almacenes. En estos casos cada establecimiento tiene ofertas específicas y es habitual que en septiembre lancen promociones especiales dirigidas al inicio del curso.
En estos casos, y siempre que se financie un gasto, es importante informarse de cuál es el interés, si la entidad cobra comisiones, el plazo máximo de amortización y la cantidad mínima y máxima que se puede solicitar.
Estefanía González también aconseja analizar si hay que contratar algún extra para hacerse con estas ofertas y “prestar mucha atención a las ofertas ‘sin intereses’, ya que suelen ser promociones al 0% TIN, pero con comisiones y es posible que, sobre todo si no vamos a financiar una gran cantidad, esta opción no nos salga a cuenta”.
Microcréditos, la peor alternativa
Los productos menos recomendados para financiar el retorno al curso escolar son los microcréditos debido a que, aunque son muy rápidos y fáciles de obtener, son muy caros. Sus intereses no se aplican en forma de TIN, sino como una cantidad fija en euros (honorarios) y ofrecen plazos muy cortos de devolución. Por tanto, “sólo debería ser una opción a considerar si estamos en una situación de urgencia y no tenemos otra alternativa”, aconseja Estefanía González.
También Gallardo reconoce que son los menos aconsejables: “Son muy caros, con una TAE que supera incluso los cinco dígitos y, además, hay que devolverlos muy pronto”. Pone el ejemplo de un microcrédito de 300 euros para devolver 405 euros en 30 días. Incide en que “su coste se dispara en algunos casos hasta el 10.000% TAE”.
Cómo pagar lo menos posible
A los consumidores que necesitan financiación y quieren pagar por ella una cantidad mínima de intereses, Gallardo les aconseja hacer un uso inteligente de los productos financieros, pidiendo solo el dinero que necesiten y “nunca de más para no incurrir en mayores costes”.
En el caso de que se decanten por las tarjetas de crédito deben aprovechar su flexibilidad para devolver la cantidad prestada lo antes posible, pagando lo máximo que puedan cada mes para evitar sobrecostos.
Por último, el experto aconseja huir de los microcréditos, ya que “no son recomendables ni por sus costes ni por sus plazos”. En caso de que se contraten, aconseja asegurarse de tener dinero para devolverlo, ya que “sus costes de demora son elevadísimos, un 1% de intereses por cada día de demora que se acumule”.