La morosidad de la financiación bancaria cayó en junio al 3,43 %, desde el 3,62 % de mayo, con lo que marca su nivel más bajo desde finales de 2008 debido al menor volumen de préstamos impagados, según publica hoy viernes el Banco de España.
En cuanto a los préstamos morosos bajaron 1.463 millones de euros en junio, hasta los 40.890 millones, mientras que la cartera crediticia repuntó hasta los 1,192 billones, frente a los 1,171 billones que marcaba a cierre de mayo.
Comparados estos datos con los del mismo mes de 2023, se ve que la morosidad del crédito ha sufrido la misma evolución a la baja al pasar del 3,50 % de entonces al 3,43 % de ahora, mientras que el saldo de préstamos dudosos ha caído en unos 1.283 millones de euros.
Los datos de junio contrastan con los de mayo de este año en que la morosidad en la banca subió al 3,6% desde el 3,59% de abril debido al aumento de los préstamos impagados. Así, los préstamos morosos subieron 212 millones de euros en mayo, hasta los 42.353 millones, mientras que la cartera crediticia mermó hasta 1,174 billones, frente a los 1,175 billones de cierre de abril.
Empresas más competitivas y familias con mayor renta
Entre los factores que explican la favorable evolución de la mora, los analistas destacan que las empresas han mejorado su competitividad en el mercado doméstico, han incrementado sus exportaciones al exterior, no han visto constreñido su acceso al crédito y el incremento de la demanda les ha permitido asimilar razonablemente bien los mayores costes financieros y laborales y mantener los márgenes de beneficio.
En el caso de las familias, el incremento de la renta disponible, el crecimiento del empleo y el ahorro acumulado han incidido en que la morosidad del crédito bancario haya mejorado.
La banca suelta lastre
Otro factor que merma la morosidad es que los bancos españoles se están deshaciendo de sus activos tóxicos. Así, en 2023 vendieron este tipo de activos valorados en 13.511 millones de euros a través de 32 operaciones según recoge la segunda edición del informe Atlas Insight Assets Management, elaborado por Atlas Value Management, que recoge datos de hasta el segundo trimestre de 2024.
Tras las últimas desinversiones ‘tóxicas’, la banca mantiene un stock valorado en 43.259 millones de euros, un 32% menos que en 2022, donde el acumulado alcanzó los 63.699 millones.
El estudio recoge que las entidades que lideran el ranking de activos tóxicos en España son Sareb, con 3.000 millones de euros; Santander, con 2.928 millones; Blackstone, con 2.000 millones; Deutsche Bank, con 1.380 millones, y CaixaBank, con 1.204 millones de euros. Mientras que GCBE, Axactor, Fortress, Cerberus y Kruk son los principales compradores de estas carteras.
El cuarto país con más préstamos de dudoso cobro
España ocupa el cuarto puesto de Europa con un mayor ratio de NPLs -préstamos fallidos o de dudoso cobro- frente a la media europea, solo por debajo de Chipre, Grecia y Polonia. A diciembre de 2023, el stock total de NPLs disponible para toda Europa ascendía a 381.600 millones de euros.
Respecto al primer semestre de 2024, el estudio indica que el mercado “sigue encauzado” y la banca ha continuado con su proceso de deshacerse de activos tóxicos. “Si bien es cierto que, de momento, la mayor parte del volumen transaccionado es de NPLS ‘unsecured’, sigue estando “en boca” de todos, el apetito por los reperforming loans (RPLs)”, indica José Masip, socio de Servicios Financieros y Real Estate de Atlas Value Management. Estos préstamos son aquellos que en un momento dado pasaron a ser dudosos o fallidos, pero que ahora están al corriente de pago y, por tanto, también son objetivo de los inversores.
Previsiones positivas
Respecto a las previsiones de la mora para este año, la Asociación Española de Banca (AEB) indica que “invitan a un cierto optimismo”, provocado por una inflación en descenso a lo largo del ejercicio, con unos tipos de interés que irán reduciéndose, una evolución positiva del empleo, moderados incrementos salariales y la recuperación de las rentas reales.