Encarando la recta final del mes de agosto, a muchos españoles les tocará volver a casa. Son muchos los que apuran hasta el último día de la semana para emprender su retorno, lo que puede convertir el viaje de vuelta en interminables filas de tráfico.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado una medida para aliviar la congestión ante los millones de desplazamientos de este mes de agosto: los carriles anti-atasco. Se trata de carriles adicionales temporales que se habilitan en momentos de alta congestión vehicular, generalmente en tramos de carretera con gran afluencia durante las horas punta, vacaciones o ‘macro puentes’.
La idea es sencilla pero efectiva: aumentar temporalmente la capacidad de la carretera al permitir el uso de carriles normalmente reservados para emergencias o abrir carriles adicionales en sentidos opuestos cuando la demanda lo requiere.
Tipos de carriles y cuándo se usan
Estos carriles pueden ser de varios tipos: en sentido contrario al habitual, adicionales, VAO y reversibles. Cada uno de ellos con sus propias normas para utilizarlos. La DGT coordina su activación en función de los niveles de tráfico, utilizando datos en tiempo real recogidos por cámaras y sensores distribuidos a lo largo de la red vial.
La activación de los carriles anti-atasco no es arbitraria. La DGT sigue un protocolo estricto para decidir cuándo y dónde activarlos. Estos carriles suelen implementarse en tramos de carreteras que históricamente presentan problemas de tráfico durante ciertas horas del día, como accesos a grandes ciudades o zonas industriales. La activación depende de factores como la hora del día, la densidad del tráfico y las condiciones meteorológicas
Los carriles contrarios al sentido habitual
Los carriles contrarios al sentido habitual son el tipo de carril anti-atasco más común. Se habilitan temporalmente abriendo la mediana y utilizando un carril de la calzada opuesta, al cual se le cambia el sentido de circulación. Esto permite aumentar la capacidad en la parte más congestionada de la vía.
Según explica la DGT, solo pueden transitar por este carril turismos sin remolque y motos. El resto de vehículos deben circular por los carriles convencionales. Es obligatorio mantener encendidas las luces de cruce tanto de día como de noche, y respetar un límite de velocidad entre 60 y 80 km/h. Además, en los carriles adyacentes, también se exige el uso de luces de corto alcance. Dado que estos carriles no cuentan con escapes laterales, es crucial mantener una adecuada separación frontal entre los vehículos.
Carriles adicionales
En vías de una sola calzada, también se suelen habilitar carriles adicionales para aumentar la capacidad de circulación. Para crear este carril extra, los vehículos son desplazados hacia los arcenes desde el centro de la vía.
Estas modificaciones generan una mayor estrechez en la vía, lo que implica que las normas aplicables al carril adicional se extienden a toda la carretera. La velocidad permitida en este tipo de vía también se limita entre 60 y 80 km/h, y es obligatorio el uso de las luces de cruce tanto de día como de noche.
Ciertos vehículos no están autorizados a utilizar estos carriles, incluyendo bicicletas, ciclomotores, vehículos especiales de hasta 3.500 kilos, vehículos de tracción animal y personas con movilidad reducida.
El carril bus-vao para vehículos con pasajeros
Los carriles ‘BUS-VAO’ están diseñados para Vehículos de Alta Ocupación y su objetivo es priorizar la circulación de vehículos con pasajeros en situaciones de tráfico intenso. Estos carriles están reservados para motocicletas, turismos, vehículos mixtos y autobuses.
La DGT añade que, desde 2015, los vehículos 100% eléctricos y algunos híbridos enchufables que cuenten con el distintivo ‘Cero emisiones’ también pueden utilizar los carriles VAO, incluso si solo llevan un ocupante.
Las condiciones de uso de estos carriles, como el número de carriles disponibles, su sentido de circulación, los horarios de funcionamiento y el mínimo de pasajeros requerido, son establecidos por la autoridad competente que los gestiona. La velocidad de circulación en estos carriles sigue siendo la misma que la de la vía en la que están situados.
Carriles reversibles
El carril reversible es una versión más adaptada a entornos urbanos del carril en sentido contrario. Su principal característica es que puede habilitarse en uno u otro sentido de circulación según las necesidades del tráfico.
La regulación del sentido de circulación se gestiona mediante semáforos cuadrados ubicados sobre el propio carril y los carriles adyacentes, que indican a los conductores el sentido habilitado en cada momento y regulan el flujo vehicular