El océano Atlántico se enfría rápidamente y los científicos no se explican este cambio de temperatura

Desde mayo, las temperaturas del Atlántico han estado entre uno y dos grados Farenheit por debajo del promedio usual para esta época del año. Esto contrasta el aumento récord de temperaturas que se registró a lo largo del año pasado

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La OMM advierte que el
La OMM advierte que el calentamiento de los océanos alcanza niveles récord. (EFE/ROMÁN G. AGUILERA/Archivo)

El océano Atlántico ha experimentado una singular disminución en sus temperaturas superficiales en los últimos meses, hasta tal punto que los científicos se encuentran desconcertados. Datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) indican que desde mayo, las temperaturas del Atlántico han estado entre uno y dos grados Farenheit por debajo del promedio usual para esta época del año, tal y como cuentan desde la revista UNILAND. Esto contrasta el aumento récord de temperaturas que se registró a lo largo del año pasado.

Temperaturas mínimas inusuales para esta época del año

El enfriamiento apresurado del Atlántico ha generado un abanico de especulaciones entre los expertos, quienes intentan encontrar una explicación coherente para esta anomalía. En un principio, se esperaba que las temperaturas oceánicas aumentaran durante estos meses, en parte debido al cambio climático y a la influencia de patrones meteorológicos como El Niño. Este fenómeno se caracteriza por el calentamiento de las aguas del océano Pacífico central y oriental, afectando las condiciones climáticas globales.

La significativa variación de las temperaturas del Atlántico podría tener serias implicaciones más allá del propio océano. Según la NOAA, las alteraciones entre El Niño y La Niña han demostrado tener un impacto sobre los índices de precipitaciones en los continentes cercanos. Además, se ha observado que los elementos de El Niño en el Atlántico incrementan la probabilidad de huracanes cerca de las islas de Cabo Verde.

El Atlántico había mostrado un aumento general de sus temperaturas desde marzo de 2023, impulsado por El Niño, que fue particularmente fuerte. Sin embargo, la reciente tendencia sugiere una transición inusual hacia su contraparte, La Niña, que normalmente se caracteriza por temperaturas oceánicas inusualmente frías.

Los expertos no entienden por qué

Frans Philip Tuchen, estudiante postdoctoral de la Universidad de Miami, mostró su desconcierto al medio New Scientist: “Hemos repasado la lista de posibles mecanismos y, de momento, nada cuadra”. Y es que ambos patrones meteorológicos, El Niño y La Niña, dependen de un complejo conjunto de factores, tales como los vientos alisios, el calentamiento solar y las precipitaciones, lo que dificulta su predicción y comprensión.

Michael McPhaden, de la NOAA, añadió que estos cambios climáticos también podrían afectar los ciclos oceánicos globales. Un retraso en La Niña del Pacífico podría propiciar un “tira y afloja” climático ente el Atlántico y el Pacífico, intentando uno calentarse mientras el otro busca enfriarse.

Hasta la fecha, las investigaciones y seguimientos continúan para determinar si el Atlántico está en transición completa hacia una fase de La Niña. De concretarse, las predicciones climáticas para las regiones adyacentes podrían experimentar significativos ajustes para el resto del año.

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