Muchos españoles amanecieron la mañana del lunes 19 de agosto con el ambiente pintado de blanco. Una capa blanquecina marcaba el horizonte en zonas de Baleares y otras zonas de la península. Sin estar del todo convencidos, algunos supusieron que se trataría de una niebla extraña o, simplemente, un episodio de nubes bajas, incluso quizás un nuevo episodio de calima a causa de la arena del Sáhara.
Sin embargo, la Agencia Española de Meteorología (Aemet) ha explicado el verdadero motivo detrás de este fenómeno, que ha dejado a muchos sorprendidos. “Durante todo el día de hoy los cielos se han visto blanquecinos, pero no eran nubes altas ni polvo en suspensión procedente del Sáhara”, advirtió la Aemet sobre esa apariencia no despejada. “Es humo procedente de incendios en Canadá”, informó en su cuenta de Twitter (ahora X). El país americano ha llegado a afrontar este mes de agosto hasta 900 incendios forestales, mayoritariamente ubicado en su región occidental.
No es la primera vez que los fuegos de Canadá afectan a España: durante los incendios que sufrió el país en junio de 2023, el humo pasó por la península ibérica y llegó hasta Italia. En este episodio, las partículas pasaron por Galicia, Extremadura, Andalucía y Madrid.
¿Cómo ha llegado el humo hasta España?
Desde el perfil de Aemet Divulga, han atribuido este curioso episodio a un fenómeno llamado corriente de chorro. “Es un río de vientos que es capaz de trasladar material particulado de incendios desde Canadá a la Península Ibérica”, explica el organismo. “Podríamos pensar en los chorros como un río de vientos intensos, que se van ondulando, formando ramificaciones o que incluso desaparecen en algunas zonas. Si en una zona se vuelven inestables se pueden formar “perturbaciones”, como borrascas o ciclones tropicales”, comentaron en un hilo explicativo el pasado 25 de junio.
Los humos canadienses atraviesan el océano Atlántico desde el pasado 10 de agosto y el día 17 alcanzaron Europa occidental, según ha explicado el observatorio europeo para el Clima, Copernicus. Los análisis de la agencia registraron un cambio significativo en el aire de Irlanda y Reino Unido al tiempo que las partículas de humo avanzaban por el continente, desde Francia hasta Escandinavia.
Pese a que se trate de un fenómeno llamativo, parece que no tendrá mayores consecuencias. El climatólogo de Meteored Samuel Biener explicó en una entrevista con la Agencia EFE que el humo no daña el aire que inhala la población y, por tanto, no es dañino para la salud. “Lo importante es que la calidad del aire en superficie apenas se ve afectada, por lo que no tiene un impacto importante en la calidad del aire que inhalamos”, reiteró.
Los expertos apuntan a que el cielo se irá despejando durante la semana, aunque podrá alcanzar hasta el archipiélago canario.
El humo se junta con la calima
Las corrientes de chorro han traído el humo de los incendios de Canadá a la península y los archipiélagos, pero también han atraído otros fenómenos más conocidos por los españoles. Este miércoles, la Aemet informó de que “los vientos asociados a tormentas sobre el Sáhara han generado grandes cantidades de polvo en suspensión, que provoca calima en Canarias”. Al mismo tiempo, se mantenían “altas concentraciones de partículas” procedentes de los incendios canadienses por el Atlántico norte.