La cucaracha langosta ya está en España: el insecto de 30 milímetros se implanta en Asturias

Los investigadores piden sistemas de monitoreo más robustos que permitan comprender mejor a estas especies

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Imagen de archivo de una cucaracha
Imagen de archivo de una cucaracha

Una nueva especie de cucaracha ha llegado a España: se trata de la Nauphoeta cinerea, comúnmente llamada como cucaracha langosta. Un estudio liderado Jairo Robla, investigador del departamento de Biología de Organismos y Sistemas en la Universidad de Oviedo, ha conseguido, tras dos años de meticulosos estudios y análisis, identificar hasta 149 ejemplares en diferentes zonas de Asturias. El descubrimiento ha generado preocupación entre los expertos en control de plagas, quienes temen que esta cucaracha pueda adaptarse rápidamente a su nuevo entorno y complicar aún más sus estrategias de manejo y erradicación.

El origen de la presencia de Nauphoeta cinerea en España sigue siendo un misterio. Los científicos barajan dos teorías principales: que la especie haya llegado a través de barcos comerciales debido a la globalización del comercio, o que haya sido liberada accidentalmente por algún coleccionista o entomólogo aficionado. A pesar de la incertidumbre, lo que ha quedado claro es que la cucaracha langosta ha demostrado una notable capacidad de adaptación al clima de Asturias.

La cucaracha langosta es la décima especie sinantrópica invasora localizada en la península ibérica, pero solo seis de ellas se consideran establecidas. Entre ellas aparece ahora este nuevo espécimen. Según el estudio publicado en julio en Journal of Applied Entomology, las cucarachas sinantrópicas (adaptadas a vivir entre humanos pese a nuestro desagrado) están consideradas como una de las plagas urbanas más molestas y significantes. “La llegada de nuevas cucarachas no autóctonas a un territorio no es infrecuente, pero abre una ventana a lo que podría suceder en el futuro”, expresan los investigadores en el artículo. “El establecimiento de N. cinerea y los conocimientos obtenidos de las colecciones biológicas subrayan la urgencia de contar con sistemas de monitoreo robustos para rastrear las poblaciones conocidas y nuevas y obtener una mejor comprensión del rango real de las cucarachas sinantrópicas no nativas en todo el mundo”, concluyen.

Marrones, pequeñas y en entornos urbanos

Especímenes de Nauphoeta cinerea atrapados en Asturias (Jairo Robla)
Especímenes de Nauphoeta cinerea atrapados en Asturias (Jairo Robla)

La nueva cucaracha puede llegar a medir 30 milímetros de largo y presenta un cuerpo relativamente ancho, según describen los investigadores. Su cuerpo aparece moteado con pequeñas manchas grises y marrones irregulares y sus alas no sobrepasan el abdomen. Los más de cien especímenes localizados por Robla y su equipo se encontraron en entornos urbanos, principalmente en entornos cercanos a cubos de basura (o dentro de ellos), en áreas con alta circulación de personas y mercancías. Pudieron encontrarlas, por ejemplo, en la costa de Gijón y cerca del Puerto Musel.

Además de la preocupación por su introducción, este descubrimiento también alimenta el debate sobre la cada vez mayor resistencia de las cucarachas a los insecticidas. Estudios recientes han mostrado que especies como la cucaracha rubia están desarrollando tolerancia a los piretroides, los insecticidas más prevalentes en el mercado. Esta resistencia implica que los métodos tradicionales de control pueden volverse ineficaces, no solo contra las cucarachas alemanas y la cucaracha rubia, sino probablemente también contra la recién identificada cucaracha langosta.

El problema radica en que los piretroides, aunque han sido una herramienta crucial en el control de plagas, están perdiendo efectividad. La evolución y adaptación de estas cucarachas sugieren que se están volviendo cada vez más resistentes a estos químicos, lo que obliga a los entomólogos a buscar alternativas. La comunidad científica, liderada por expertos como Jairo Robla, insiste en que se necesita un enfoque más integrado y adaptativo, considerando tanto métodos químicos como no químicos para manejar estas plagas urbanas.

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