El 22 de agosto de 2024 marca la entrada en vigor de la Ley Orgánica 2/2024 de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, también conocida como la Ley de Paridad. Esta ley, que tiene como objetivo promover la igualdad de género en todos los ámbitos, ha sido ampliamente respaldada por diversos sectores. Sin embargo, un error técnico en la redacción de la norma ha generado una polémica significativa: permite a las empresas despedir a los empleados que soliciten cambios en su jornada laboral o permisos para la conciliación familiar.
La disposición final novena de la Ley de Paridad es el epicentro del problema. Al modificar el artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores, se incluyeron las víctimas de violencia sexual en los supuestos que invalidan un despido, pero, sorprendentemente, se omitió la protección para aquellos trabajadores que solicitan permisos para cuidar de familiares o para cambiar su jornada laboral. Este error no solo deja a muchos trabajadores en una situación de indefensión, sino que también contraviene los principios de protección laboral que han sido desarrollados durante años.
Permiso para cuidar de familiares o cambio de jornada
A partir de la entrada en vigor de esta ley, cualquier trabajador que se acoja al permiso de cinco días por accidente o enfermedad graves, hospitalización o intervención quirúrgica de un familiar, incluido el cónyuge o pareja de hecho, o que solicite un cambio de jornada por razones de conciliación, puede ser despedido. Antes de esta modificación, tales despidos se consideraban nulos, garantizando la reinstalación del trabajador. Ahora, las empresas pueden proceder con el despido improcedente, lo que implica que, aunque deben indemnizar al trabajador, no están obligadas a readmitirlo.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, reconoció este error en un comunicado reciente, calificándolo como un “fallo técnico lamentable”. Según Redondo, esta omisión no fue intencionada y contradice la voluntad política detrás de la ley. Tanto desde su ministerio como desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social se ha asegurado que se trabaja para corregir este problema lo antes posible. Sin embargo, la corrección de la ley requiere un nuevo proceso parlamentario, lo que puede llevar tiempo y dejar a los trabajadores en una situación vulnerable durante ese período.
Las consecuencias de este error ya están generando preocupación entre sindicatos y defensores de los derechos laborales. Desde la UGT se ha advertido que esta situación podría dar lugar a una ola de despidos improcedentes en un contexto económico ya complicado. Además, se teme que este error socave los avances logrados en la protección de los derechos laborales, especialmente en lo que respecta a la conciliación de la vida laboral y familiar, un tema crucial para muchas familias en España.
La nueva Ley de Paridad
La Ley de Paridad tiene como objetivo promover una representación equitativa de mujeres y hombres en diversos sectores, incluidos el sector público y privado. Entre sus disposiciones, se exige un 40% de representación femenina en los órganos de dirección de las grandes empresas y en la Administración General del Estado. No obstante, el impacto positivo que esta ley busca generar en términos de igualdad de género se ve empañado por este grave error que pone en riesgo la estabilidad laboral de aquellos que más necesitan protección.
Hasta que se corrija este fallo, cualquier trabajador que solicite un permiso por razones de conciliación familiar o un cambio de jornada laboral se enfrenta a la posibilidad de ser despedido sin posibilidad de reincorporación. Este escenario no solo afecta a los derechos individuales de los trabajadores, sino que también podría tener un impacto negativo en la percepción pública de la ley y en la confianza de los empleados en sus derechos laborales.
En definitiva, aunque la Ley de Paridad es un paso importante hacia la igualdad de género, su implementación ha quedado marcada por este fallo técnico que, irónicamente, desprotege a los trabajadores en un aspecto tan fundamental como la conciliación laboral y familiar. Los sindicatos, los trabajadores y los defensores de los derechos laborales esperan que esta situación se solucione rápidamente para restaurar las garantías que durante años se han considerado fundamentales en el mercado laboral español.