El proceso de avalar a una persona o grupo de personas en transacciones financieras, como la adquisición de bienes raíces, es una práctica común, pero no exenta de riesgos y responsabilidades. Cuando se trata de determinar cuántas personas se pueden avalar a la vez, es importante entender los límites legales, las implicaciones financieras y las posibles consecuencias de tales decisiones.
El aval es un compromiso financiero mediante el cual una persona, conocida como avalista, garantiza el cumplimiento de las obligaciones de un tercero (el avalado) ante una entidad financiera o en el contexto de un contrato. Este respaldo se utiliza principalmente en préstamos hipotecarios, créditos personales y en la compra de bienes raíces. El avalista se convierte en responsable subsidiario de la deuda, lo que significa que, en caso de incumplimiento por parte del avalado, el avalista deberá asumir las obligaciones financieras.
Límite de avales
No existe un límite universalmente establecido sobre cuántas personas se pueden avalar al mismo tiempo. Sin embargo, este número está determinado por factores financieros y jurídicos que varían según el contexto y la normativa específica del contrato o entidad financiera.
- Evaluación de Riesgo: Las instituciones financieras suelen realizar una evaluación exhaustiva del avalista antes de permitirle avalar a múltiples personas. Esta evaluación considera la capacidad de endeudamiento del avalista, su solvencia financiera, su historial crediticio y su nivel de ingresos. Si el avalista ya ha otorgado varios avales, el riesgo de incumplimiento aumenta, lo que podría llevar a la entidad financiera a rechazar nuevos avales.
- Límites contractuales: Algunos contratos de aval pueden incluir cláusulas específicas que limitan el número de avales que un individuo puede otorgar. Estas restricciones buscan proteger tanto al avalista como a la entidad financiera, asegurando que no se comprometan en exceso.
- Capacidad de Responsabilidad: Avalar a múltiples personas implica un aumento en la responsabilidad financiera del avalista. Si un avalista decide respaldar a varias personas al mismo tiempo, debe considerar que, en caso de incumplimiento de cualquiera de los avalados, podría enfrentarse a un escenario financiero insostenible. Esto podría llevar a problemas como la ejecución de garantías, embargos de bienes o incluso la ruina financiera del avalista.
Casos comunes: avalar a dos personas para una compra
En el ámbito inmobiliario, es frecuente que dos personas, como una pareja o amigos, deseen adquirir una propiedad juntos y soliciten el aval de un tercero. En este caso, el avalista se enfrenta a una situación en la que avala una sola operación, pero a dos personas al mismo tiempo. Legalmente, esto es posible, siempre y cuando el avalista cumpla con los requisitos financieros necesarios y no exceda los límites establecidos por la entidad financiera.
Por ejemplo, si una pareja decide comprar una vivienda y solicita a un familiar que los avale, el avalista estará garantizando el cumplimiento de las obligaciones de ambos compradores. Si alguno de ellos no cumple con su parte del contrato, el avalista deberá responder por la totalidad de la deuda, sin importar cuál de los dos incumplió. Avalar a varias personas a la vez puede ser un acto de generosidad, pero también conlleva riesgos significativos que deben ser cuidadosamente evaluados:
- Riesgo de Incumplimiento: Avalar a múltiples personas aumenta la probabilidad de que alguno de los avalados incumpla con sus obligaciones, lo que podría tener consecuencias devastadoras para el avalista.
- Compromiso Legal y Financiero: Un aval es un compromiso legalmente vinculante. Si un avalista respalda a varias personas, su capacidad para cumplir con estas obligaciones en caso de que los avalados fallen se ve comprometida.
- Dificultad para obtener crédito: Avalar a muchas personas puede afectar negativamente la capacidad de endeudamiento del avalista, ya que las instituciones financieras considerarán los avales como deudas contingentes al evaluar la solvencia del avalista para futuros créditos.
- Impacto emocional: El incumplimiento de uno de los avalados puede llevar a tensiones emocionales y conflictos personales, especialmente si las personas avaladas tienen una relación cercana con el avalista.