Una joven que trabaja en Suiza revela el invento español que más echa de menos: “Te cambia el día”

Sara Ardi es una creadora de contenido que, como otros 89.472 españoles (según datos de la Secretaría de Estado de Asuntos Migratorios), reside en Suiza. Desde que pusiera rumbo al país el pasado 17 de julio, la joven comparte en TikTok las experiencias que va viviendo, como sus primeros días de trabajo en un bar, cuánto gasta en un día, cómo echa gasolina o el calor que hace en su nueva casa.

Hace unos días la joven se volvía viral tras compartir con sus seguidores la mala experiencia que había vivido con un cliente en el establecimiento en el que trabaja. Ahora ha sido otra de sus publicaciones la que ha ido ganando popularidad. En esta ocasión, Ardi comenta qué es lo que más echa de menos en Suiza.

“¿Podemos hablar de lo importantes que son las persianas?”, comenta la creadora de contenido visiblemente cansada. Cuenta que son las 7:30 de la mañana y que ha abierto el ojo “un poquillo” porque había escuchado un ruido, pero que dormirse de nuevo no ha entrado entre sus posibilidades, a pesar de haberlo intentado. “De esto que dices, miro el reloj, son la seis, qué bien darme la vuelta, voy a seguir durmiendo. Pues no, pum, un rayo de sol en todo mi ojo. Ha sido misión imposible”, comenta, entre risas, la joven.

“¿A los europeos, en general, no se les ocurre cuando van a España de vacaciones y se lo pasan tan bien, que duermen bien porque tienen persianas?”, pregunta. Explica, además, esa sensación que tenemos todos al despertar cuando no sabemos qué hora es, pero que no importa porque sólo podemos pensar en lo a gusto que estamos. “La importancia de una buena persiana, no nos damos cuenta, pero será de los mayores y mejores inventos que tenemos en España”, concluye.

Como Sara, son otros tantos los españoles que residen ahora en otros países europeos y han notado como su calidad de sueño se ha visto perjudicada por la falta de algo tan común como lo son las persianas. Por ello, han sido varios los usuarios que se han animado a compartir sus vivencias con la creadora de contenido. “Viviendo en Holanda tenía que pegar a la cortina a la pared con cinta de doble cara”, “En Holanda he tenido que comprarme un antifaz” o “No me acuerdo cuando viví en UK como sobreviví”, con algunos de los comentarios que podemos leer.

Da igual si viajamos a Países Bajos, a Suiza, a Alemania o a Bélgica, todos estos estados tienen algo en común y es que no tienen persianas. La explicación se remonta a tiempos en los que el protestantismo predominaba. Acorde a las costumbres de esta creencia, las casas quedaban abiertas para que desde fuera se viera que las personas del interior no tenían nada que ocultar, compartiendo información y honestidad hacia los huéspedes. En Holanda, por ejemplo, se llegó a suprimir el uso de las persianas con la finalidad de demostrar al resto de la comunidad la transparencia religiosa, como contexto de la revuelta contra Felipe II y el enfrentamiento ideológico neerlandés entre protestantismo y catolicismo.