La vacuna de la viruela del mono en España: así es IMVANEX

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase en 2022 la emergencia sanitaria internacional por la viruela del mono (mpox), España trabaja por hacer frente a la enfermedad. El país es de los más afectados por su transmisión en Europa y contabiliza más de 8.000 casos desde abril de 2022. Sin embargo, su control es cada vez mayor y, en tan solo dos años, se ha pasado de 7.500 casos anuales a 264, un proceso en el que la vacunación ha sido clave.

Si bien en 2022 el Ministerio de Sanidad aquejaba una escasez de dosis debido a la alta demanda del momento, la situación es muy diferente dos años después, cuando las alarmas internacionales vuelven a saltar. Según han comunicado, Estaña tiene un stock de vacunas que alcanza las 500.000 dosis, las cuales pueden llegar a inocular a 2 millones de personas (a razón de 1/5 de dosis por vía intraepidérmica). “En 2022, con cifras elevadas de casos, se logró contener con 40.000 primeras dosis de la vacuna”, afirmó el lunes el Secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, en redes sociales.

En Europa, la marca que comercializa la vacuna es IMVANEX y sirve tanto para la viruela como la mpox, dado que sus virus son genéticamente similares.

La última actualización del documento Vacunación frente a la viruela del mono (Monkeypox). Preguntas y respuestas, del 22 de marzo de 2023, explica que IMVANEX se administra por vía subcutánea, en la zona superior y externa del brazo, con una pauta de 0,5 mililitros. Igualmente, puede administrarse de forma intradérmica con una dosis menor (0,1 mililitros), lo que hace posible que el stock actual pueda llegar a inocular a 2 millones de personas. En este segundo caso, se administraría en la parte interna del antebrazo. Son necesarias dos dosis de la vacuna para obtener la pauta completa.

La vacuna tiene una efectividad de al menos un 80%, según ha revelado el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Jaime Pérez, en una entrevista con Efe. Sanidad afirma que, tras dos dosis de la vacuna, casi todas las personas desarrollan anticuerpos contra la enfermedad. La administración de una primera dosis prepara el sistema inmune para responder más rápidamente si en algún momento contacta con el virus.

Si bien es segura, puede provocar reacciones adversas, como dolor, enrojecimiento, hinchazón y picor en el lugar de la inyección. Algunas personas también refieren dolor muscular, dolor de cabeza, fatiga, náuseas y escalofríos. A través de la administración por vía intradérmica, pueden aparecer otras reacciones locales, como , dolor, enrojecimiento o decoloración de la piel en la zona de la inyección, que puede durar unos meses. “Estos síntomas son leves, normalmente suelen durar unos días, y son reversibles”, tranquiliza Sanidad en el documento, aunque aconseja consultar con el médico de cabecera en caso de que persistan o se agraven.

La vacuna, no obstante, está contraindicada para las personas alérgicas o que han sufrido previamente una reacción alérgica súbita y potencialmente mortal al principio activo o a alguno de los demás componentes de la vacuna o a proteínas del pollo, benzonasa, gentamicina o ciprofloxacino, que pueden estar presentes en la vacuna en cantidades muy pequeñas.

El Ministerio de Sanidad mantendrá este martes una reunión con las comunidades autónomas en la Ponencia de alertas para debatir futuras medidas respecto a la alerta internacional por la viruela del mono. Por el momento, la Unión Europea no ha recomendado una vacunación generalizada de la población, por lo que esta se recomienda a personas que mantienen prácticas sexuales de riesgo, especialmente al colectivo de Gays, Bisexuales y Hombres que tienen sexo con otros Hombres (GBHSH);. También se recomienda a las personas con riesgo ocupacional, como personal sanitario en atención de ITS o el personal encargado de la desinfección de superficies locales en espacios donde se mantienen relaciones sexuales de riesgo, siempre que no se pueda garantizar otros medios de protección.

La vacuna puede recibirse tanto de manera preventiva (profilaxis preexposición) como de forma posterior al haber mantenido contacto con una persona contagiada (profilaxis posexposición). Este segundo método se recomienda a contactos estrechos de casos confirmados que no hayan pasado la enfermedad, al igual que al personal sanitario y al personal de laboratorio que esté en contacto con el virus. La vacunación se debe realizar en los primeros 4 días tras el primer contacto.