En poco más de 24 horas la Guardia Civil ha encontrado al supuesto asesino de Mateo, el niño de tan solo 11 años que recibió una sarta de puñaladas sin motivo aparente mientras jugaba a fútbol con sus amigos en el campo municipal de su pueblo, Mocejón, en Toledo. La noticia conmocionó al país. Ya no solo por tratarse de la muerte violenta de un niño inocente, sino también por entender quién podía cometer un crimen así y por qué. Pocos detalles han trascendido y trascenderán de momento, ya que la investigación se mantiene bajo secreto de sumario por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo, que se ha hecho cargo del caso. Sin embargo, se han revelado algunos detalles del autor del asesinato, que este mismo lunes ha reconocido los hechos y ha confesado ante los investigadores a última hora de la tarde.
Al contrario de lo que se ha especulado en redes sociales, en las que ha surgido toda una ola de islamofobia que culpaba del ataque a la llegada de personas de Senegal al pueblo (incluso la familia del propio Mateo tuvo que pedir que no se juzgara a nadie por su color de piel), el responsable de los hechos es un joven español de 20 años. Según han relatado algunos vecinos en declaraciones a El Mundo, sus padres están divorciados, por lo que tanto él como su hermano pasan algunas temporadas con su madre en Madrid -vive con ella, según ha confirmado a El Español la Guardia Civil- y otras con su padre en Mocejón.
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Allí, en el municipio, que apenas tiene 5.000 habitantes, no se relacionaba con nadie. Algunas de las personas entrevistadas por el citado medio aseguran que era un niño “no muy normal”, “con la mirada hacia abajo”, o que “estaba mal”, pero no se esperaban que pudiera hacer algo así. “Los niños llevaban días viendo a un chico que iba silbando con un palo detrás de ellos”, han asegurado algunas fuentes. El Periódico de España incluso ha hecho referencia a que tenía problemas mentales.
Los hechos ocurrieron de manera extraña. El domingo por la mañana grupos de niños y adolescentes jugaban a fútbol en el campo municipal Ángel Tardío. El autor del crimen apareció en torno a las once de la mañana. Entró por un agujero que, según ha relatado a El Mundo una vecina, solo lo conocen los habitantes de la localidad. Primero se acercó a un grupo de niños entre 14 y 15 años a los que no dirigió la palabra. Éstos se apartaron al verle. Iba con la cara tapada. Tuvieron miedo. Fue entonces cuando se dirigió a Mateo, que estaba con dos amigos, y sin que se conozca el motivo, le propinó 11 puñaladas con un objeto punzante.
“Le tocó a Mateo como le podía haber tocado a otro”, explicaba Asell Sánchez, primo de la madre de Mateo, que está ejerciendo de portavoz de la familia. “No hay sentido para todo esto. Es un dolor que no se puede explicar. No tiene nada que ver con rencillas ni nada. ¿Qué enemigos puede tener un niño de 11 años?”, se preguntaba Asell Sánchez, antes de conocer quién era el autor de los hechos. “Es algo incomprensible, que no tiene sentido. Que un niño de 11 años se vaya con su bicicleta al polideportivo y que lo maten, que lo asesinen...”, concluía frente a los medios de comunicación este domingo.
Los efectivos policiales buscan el arma homicida
El arma, de momento, no ha aparecido. Los efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado están inspeccionando por la zona del río Tajo, a la altura del canal de Mocejón. El autor del homicidio consiguió darse a la fuga a través de un campo contiguo y ha sido detenido este lunes tras una amplia búsqueda de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
La Unidad Operativa de la Policía Judical ha realizado dos entradas y registros en dos domicilios de la localidad, uno de ellos ubicado en la calle Batalla de Lepanto y el otro en la calle Dalí, uno sería el del padre y otro el de su abuela. Los agentes han podido seguir algunas pistas gracias a los datos recabados en la cámara de seguridad de un vecino, que estaba ubicada a tan solo 200 metros de la zona en la que se produjo el asesinato y que captó al autor del crimen en su huida, según ha publicado Telemadrid. No obstante, también han sido claves las grabaciones de otras cámaras instaladas por el Ayuntamiento y en negocios privados que han sido claves para localizar al presunto criminal.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su agradecimiento y reconocimiento a la Guardia Civil y a la Policía Nacional por su trabajo para la detención del presunto asesino. En un mensaje en redes sociales, García-Page ha agradecido también al pueblo de Mocejón “su comportamiento cívico y ejemplar” durante la investigación desde que ocurrieron los hechos este domingo por la mañana. Por su parte, la delegada del Gobierno ha defendido que el instituto armado está “realizando un impecable trabajo” para aclarar las circunstancias del crimen de Mateo, que fue “agredido salvajemente cuando se encontraba jugando al fútbol con sus amigos, un hecho bárbaro” que dejó a “todas y a todos en estado de shock”.
La primera patrulla tardó 40 minutos en llegar
La Asociación Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) señala que este “trágico suceso” revela una grave realidad: “El modelo actual de despliegue de la Guardia Civil no ofrece la seguridad adecuada a los habitantes de las zonas rurales de España”. Según JUCIL, no es de recibo que la primera patrulla tardara 40 minutos en llegar al campo de fútbol donde Mateo fue apuñalado. O que en el crimen de Otero, otro pequeño municipio en la provincia de Toledo, en el que un hombre mató este sábado a su hijastra de 17 años de un tiro en la cabeza y dejó herida grave a la madre, “nuestros compañeros tardaran hora y media en llegar”.
Afortunadamente, la Guardia Civil pudo detener al agresor poco después en otro pueblo situado a nueve kilómetros. “Estos tiempos de respuesta son inaceptables”, declara Javier Montero, portavoz de JUCIL. “En situaciones de emergencia, cada minuto cuenta, y los residentes en las áreas rurales no pueden seguir soportando esta situación de desprotección. No podemos permitir que la distancia y la falta de recursos pongan en riesgo la vida de los ciudadanos”.