La Guardia Civil ha detenido al presunto asesino que este domingo mató de varias puñaladas a Mateo, un chaval de 11 años que estaba jugando al fútbol en el municipio toledano de Mocejón. Se trata de un joven de 20 años, vecino del pueblo. La Asociación Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) señala que este “trágico suceso” revela una grave realidad: “El modelo actual de despliegue de la Guardia Civil no ofrece la seguridad adecuada a los habitantes de las zonas rurales de España”.
Según JUCIL, no es de recibo que la primera patrulla tardara 40 minutos en llegar al campo de fútbol donde Mateo fue apuñalado. O que en el crimen de Otero, otro pequeño municipio en la provincia de Toledo, en el que un hombre mató este sábado a su hijastra de 17 años de un tiro en la cabeza y dejó herida grave a la madre, “nuestros compañeros tardaran hora y media en llegar”. Afortunadamente, la Guardia Civil pudo detener al agresor poco después en otro pueblo situado a nueve kilómetros. “Estos tiempos de respuesta son inaceptables”, declara Javier Montero, portavoz de JUCIL. “En situaciones de emergencia, cada minuto cuenta, y los residentes en las áreas rurales no pueden seguir soportando esta situación de desprotección. No podemos permitir que la distancia y la falta de recursos pongan en riesgo la vida de los ciudadanos”.
La Guardia Civil tiene un catálogo de 82.115 agentes que deberían estar operativos, pero solo tiene 73.539 efectivos disponibles, de los que 2.312 son alumnos en prácticas. Es decir, que hay un déficit de 8.576 guardias. ¿Cómo se distribuyen por el territorio nacional? Una reciente respuesta parlamentaria del Gobierno, fechada en noviembre de 2023, revela cómo la Benemérita reparte sus recursos humanos por provincias. En Toledo debería haber 1.653 agentes pero solo hay operativos 1.569, es decir, que faltan 84.
Desde JUCIL aseguran que estos datos están desfasados. “El último catálogo de puestos de trabajo revela un déficit significativo de efectivos en la provincia de Toledo, donde se necesitarían al menos 200 guardias civiles adicionales para cubrir adecuadamente las necesidades de seguridad de esta provincia. Este déficit es igualmente preocupante en el resto de las provincias de Castilla-La Mancha y se extiende por toda España. Deja a muchas comunidades rurales en una situación creciente de vulnerabilidad”, aseguran desde esta asociación de guardias civiles.
1.000 guardias más en Castilla-La Mancha
Hay que tener en cuenta que en toda Castilla-La Mancha hay 234 cuarteles de la Guardia Civil. Es una de las regiones más extensas de Europa. “Las enormes distancias que muchos de guardias deben recorrer solo para formar una patrulla con otro compañero de otro cuartel diferente convierte a Castilla-La Mancha en una de las comunidades donde el mundo rural se encuentra más desprotegido en España”, insisten desde JUCIL, que destacan que hay 5.115 guardias civiles trabajando, 1.000 menos de los necesarios “para atender adecuadamente los servicios que nos demanda la sociedad castellano manchega”.
La demarcación de la Guardia Civil se extiende por más del 90% del territorio de Castilla-La Mancha (79.463 kilómetros cuadrados), lo que unido a la dispersión de los núcleos rurales convierte el trabajo del día a día en bastante complicado a la hora de garantizar la seguridad de los ciudadanos y de sus bienes. “Una circunstancia agravada por la dispersión de los cuarteles, en su gran mayoría con solo 2, 3 o 4 guardias civiles, lo que les incapacita para ofrecer un servicio de 24 horas”. De hecho, de los 239 cuarteles, solo una veintena ofrecen un servicio de 24 horas. “Muchas de estas instalaciones son en realidad ‘cuarteles fantasma’ con una dotación de solo dos personas, una que se ocupa de lo que se llama el trabajo de puerta, o sea, la recepción y atención a los ciudadanos y otro compañero que tendrá que desplazarse con un vehículo para recoger a otro guardia civil perteneciente a un cuartel parecido para formar al menos una patrulla, con lo que conlleva largos tiempos de desplazamientos y gasto en combustible”. En Castilla-La Mancha solo cuenta con un guardia civil por cada 15,5 kilómetros cuadrados.