Así es ‘El camino español’: el mayor buque del Ejército de Tierra capaz de desplazar más de 12.000 toneladas

En el ámbito militar, la logística es una pieza fundamental que puede determinar el éxito o fracaso de una misión, ya sea en tiempos de paz o durante conflictos bélicos. Desde el transporte de personal hasta el suministro de armamento, la gestión eficiente de estos recursos es crucial para asegurar que las tropas estén preparadas y equipadas en todo momento. En este contexto, el Ejército de Tierra ha dado un paso significativo con la incorporación del nuevo Buque de Transporte Logístico (BTL) El Camino Español, adquirido con el objetivo de potenciar la capacidad de respuesta y movilidad estratégica de la fuerza.

El Camino Español es un buque de 25 años de antigüedad tipo RO-RO (Roll On-Roll Off), especializado en el transporte de vehículos, con un desplazamiento de 12.000 toneladas, una eslora de 154,4 metros y una manga de 22,75 metros, tal como detalla el Ejército en el último número de la revista Tierra. Su estructura incluye tres cubiertas que proporcionan una capacidad de 1.763 metros lineales, permitiendo el transporte de una agrupación táctica completa. Esta capacidad de carga convierte a la embarcación en una herramienta clave para el sostenimiento de unidades desplegadas en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, así como para la realización de ejercicios en territorio nacional e internacional.

De acuerdo al Ejército de Tierra, una de las principales ventajas estratégicas que aporta este buque es la autonomía logística que otorga, especialmente en el transporte de mercancías peligrosas, como la munición, que otras navieras a menudo rechazan. Además, contar con El Camino Español permite una mayor flexibilidad operativa, ya que, al coordinar las paradas para mantenimiento, se asegura la disponibilidad continua de al menos uno de los buques de transporte del Ejército, garantizando así el apoyo logístico en cualquier momento.

Este es la segunda embarcación logística incorporada por el Ejército en los últimos tres años. El Camino Español fue adquirida, a finales del año pasado y por 19,5 millones de euros, a la empresa Balearia, que utilizaba el barco -al que denominaba Cadena 4- para transportar vehículos desde Huelva a las islas Canarias. Pese a ser propiedad de Tierra, la embarcación será operada por la Armada, a la que se le entregó el buque a finales del pasado junio tras haber sido sometido a obras de adecuación a los estándares militares en Ferrol (Galicia).

El Camino Español, que tiene su base en el Arsenal de Cartagena, se une así al Ysabel, buque que también fue adquirido, en 2021, de segunda mano y que, con una eslora de 149 metros y 21 de manga, es capaz de desplazar 16.360 toneladas. De esta manera, ahora el Ejército dispone de dos embarcaciones que juntas pueden transportar 28.600 toneladas, cuatro veces más que las embarcaciones a las que han sustituido.

El nombre El Camino Español tiene profundas raíces históricas que evocan una de las rutas más importantes de la estrategia militar del Imperio Español en el siglo XVI. Esta denominación hace referencia a la ruta terrestre que el rey Felipe II estableció para conectar Italia con Flandes y así brindar apoyo logístico a las tropas españolas que operaban en los Países Bajos.

En aquella época, la ruta marítima tradicional se había vuelto extremadamente peligrosa e impracticable. Gran parte de la costa de los Países Bajos había caído en manos de los rebeldes, mientras que Inglaterra y Francia, enemigos declarados de España, controlaban el Canal de la Mancha. Frente a esta situación, Felipe II se vio obligado a encontrar una alternativa por tierra que garantizara el suministro de recursos, personal y material a sus ejércitos en el centro de Europa.

El trazado de El Camino Español se extendía desde Milán hasta Bruselas y resultó ser una vía crucial para mantener el dominio imperial en la región. Esta ruta permitió que los legendarios Tercios Españoles recibieran el aprovisionamiento necesario, consolidándose como la mejor infantería de su tiempo y permitiendo que España mantuviera su hegemonía en el corazón de Europa durante décadas.