Así es la ITV para un vehículo camperizado: documentación y cada cuánto se debe realizar el procedimiento

Durante la inspección técnica de un vehículo camperizado se revisan varios elementos específicos que difieren de los controles habituales

Guardar

Nuevo

Foto de archivo. Autocaravana. Europa Press
Foto de archivo. Autocaravana. Europa Press

Muchas personas optan cada verano por la aventura de viajar en vehículos camperizados, que permiten combinar la movilidad con el confort de un hogar. Sin embargo, antes de emprender el viaje, es crucial asegurar que estos vehículos cumplen con todas las normativas exigidas por la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), un proceso que presenta particularidades únicas en comparación con otros tipos de vehículos.

Legalizar un coche camperizado no es tan simple como adaptar su interior para convertirlo en un espacio habitable. Es un proceso que requiere cumplir con una serie de pasos y presentar la documentación adecuada para que las reformas realizadas sean reconocidas oficialmente. El primero es asegurarse de que todos los cambios y adaptaciones efectuados en el vehículo están debidamente documentados y certificados. Sólo con la documentación correcta el vehículo podrá pasar la ITV, que incluirá una inspección técnica específica para garantizar que se ajusta a las normativas vigentes y se encuentra en condiciones óptimas para circular.

En este sentido, la Asociación de Entidades para la Inspección Técnica de Vehículos (AEMA-ITV) subraya la importancia de este proceso y los diferentes aspectos que se evalúan durante la inspección, desde la identificación del vehículo hasta la verificación de los sistemas de seguridad y confort añadidos durante la camperización. Estos controles son fundamentales para garantizar que el vehículo no solo es seguro para los ocupantes, sino también para los demás usuarios de la vía.

Una vez que un vehículo ha sido camperizado, es necesario legalizar todas las modificaciones antes de que pueda pasar la ITV. Este paso es crucial y puede ser uno de los más complicados para los propietarios de campers, ya que implica reunir y presentar una serie de documentos específicos. Entre estos se encuentran el informe de conformidad, que certifica que las reformas realizadas cumplen con la normativa vigente; el proyecto técnico, que detalla las modificaciones realizadas; el certificado final de obra, que asegura que la transformación ha sido ejecutada correctamente; y, en caso de haberse instalado un sistema de gas, el certificado de autorización de la instalación de gas.

Aspectos específicos a revisar

Durante la inspección técnica de un vehículo camperizado se revisan varios elementos específicos que difieren de los controles habituales. Uno de los puntos clave es el acondicionamiento exterior, donde se presta especial atención a elementos adicionales como toldos, placas solares, o sistemas de aire acondicionado externos. Estos componentes deben estar bien instalados y no deben comprometer la seguridad del vehículo o de los demás usuarios de la vía.

Inspección técnica a un vehículo camperizado (AEMA-ITV)
Inspección técnica a un vehículo camperizado (AEMA-ITV)

El acondicionamiento interior es otro aspecto crítico. Aquí, se verifica que los asientos y el mobiliario añadido estén adecuadamente anclados y asegurados. Este paso es esencial para prevenir riesgos durante la conducción, especialmente en situaciones de emergencia o maniobras bruscas. Además, se inspeccionan los frenos, que deben estar en perfectas condiciones debido al mayor peso que suelen tener estos vehículos en comparación con los modelos no camperizados.

Finalmente, se examinan minuciosamente incluyen la instalación eléctrica, los sistemas de enganche o bola de remolque, y los depósitos de agua. Cada uno de estos componentes debe cumplir con las normativas establecidas para garantizar que el vehículo es seguro tanto en términos de habitabilidad como de conducción.

Periodicidad de la ITV

Una vez que un vehículo ha sido autorizado como camper en una estación de ITV, debe someterse a inspecciones periódicas con una frecuencia que varía según su categoría. Las furgonetas camperizadas, que suelen clasificarse en la categoría N o M, tienen diferentes exigencias en cuanto a la periodicidad de la ITV.

Una DGT a medio gas porque el 55% de las plazas de sus funcionarios de oficina están vacantes: los trámites de Ibiza los tienen que hacer en Burgos.

Para las de la categoría N, la primera ITV se realiza a los dos años de la matriculación del vehículo. A partir de ese momento, deben pasar la inspección cada dos años hasta que el vehículo cumpla seis años de antigüedad. Luego, la periodicidad se vuelve anual, y tras los diez años, se incrementa la frecuencia a cada seis meses.

Por otro lado, las furgonetas de la categoría M tienen una periodicidad inicial más relajada. No requieren pasar la ITV hasta que cumplan cuatro años desde su matriculación. Después de ese plazo, la inspección se realiza cada dos años, y a partir de los diez años, debe hacerse anualmente.

Guardar

Nuevo