Joaquín Torres dice ‘adiós’ al chalet en el que ha vivido más de una década junto a Raúl Prieto: “Espero que os sorprenda mi nueva vida”

El arquitecto ha cerrado una etapa y se ha despedido del que fue su hogar durante más de diez años

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Joaquín Torres y su pareja,
Joaquín Torres y su pareja, Raúl Prieto, el día de su boda (Europa Press)

Éramos muchos los que creíamos que Joaquín Torres y Raúl Prieto habían encontrado la residencia perfecta para su día a día, pero la realidad era otra. La pareja ha estado viviendo en un enorme hogar ubicado en el corazón del barrio Salamanca de Madrid durante más de diez años. Pero, ahora, sus preferencias son otras, por lo que han optado por decir ‘adiós’ a este espacio.

Ya en su día explicó que esta casa, ubicada dentro del área de Núñez de Balboa, y muy cerca de la prestigiosa Milla de Oro en la calle Serrano, era de las más pequeñas en las que había vivido hasta ahora. Y es que, años atrás, estuvo residiendo en viviendas de hasta 1.200 metros cuadrados, mientras que esta no llegaba a los 500 metros cuadrados.

Fue el propio arquitecto quien desveló que habían tomado la decisión de cambiar de residencia a través de un vídeo en sus redes sociales. Para hablar del final de esta etapa, ha realizado un vídeo en el que compara la mansión amueblada, tal y como hizo hace unos días cuando mostró cada rincón de su hogar, con imágenes de la casa completamente vacía.

Joaquín Torres y Raúl Prieto
Joaquín Torres y Raúl Prieto en una imagen de archivo (Europa Press)

“Hoy, os abro la puerta de esta maravillosa vivienda por última vez. Hemos vivido aquí durante más de diez años y os la enseño para que veáis la sensación de una casa diseñada por nosotros, pero sin decorar”, ha comenzado a decir, poco antes de realizar un room tour por el hogar. “Este es el comedor que tantas veces os he mostrado, como montábamos mesas, cómo recibíamos a la gente… Se queda vacío y había una mesa para 16 personas. Había tanta vida y tantas cosas para nuestros amigos… Aquí, como en otros muchos lugares de la casa”, ha continuado expresando Torres, visiblemente emocionado por dejar atrás este hogar, en el que ha creado numerosos recuerdos.

“El baño de cortesía sigue teniendo las mejores calidades: los pavimentos, las paredes, el diseño del espejo. Aún vacío guarda mucha calidad”, ha manifestado mientras se dirigía al pasillo que lleva al vestidor. La pareja de Raúl Prieto también ha descrito la cocina, de la que destaca “la alfombra de cerámica”, que crearon en blanco y negro para que combinara con el diseño de la estancia. “Es muy limpia y cómoda para hacer una vida fácil mientras se cena y se cocina, y con amigos. Aunque nosotros hemos sido como cocinillas”, ha reconocido.

Joaquín Torres en 'Y Ahora
Joaquín Torres en 'Y Ahora Sonsoles' (Atresmedia)

El diseño, a pesar de tener todos estos años, está intacto. Y la luz es maravillosa, lo que permite amueblar como cada uno quiera. Es clásica, moderna y atemporal”, ha agregado, lamentando que ahora que deja este espacio se siente “vacío”. “Por muy vacía que esté la casa y que yo me sienta la vida continúa”, ha dicho, a la vez que mostraba los últimos rincones de la enorme vivienda.

“Continuamos en otro lugar que os vamos a enseñar muy pronto. Un hogar donde Raúl y yo comenzamos una nueva fase, una nueva etapa en la que seguir creciendo como pareja y como seres humanos. Espero que os sorprenda mi nueva vida”, ha concluido, sumamente emocionado por poner punto y final a este capítulo de su vida.

@a_cero Con mucho pesar, dejo atrás una etapa de mi vida marcada por la pérdida de mi madre y la mudanza de la casa donde he criado a mis hijos. Este hogar ha sido testigo de momentos maravillosos y de crecimiento, y aunque es difícil partir, me llevo conmigo esos recuerdos y el amor que compartimos allí. #arquitectura #reforma #piso #diseño #fotografia #fyp #interiordesign #building #duelo #architecture #design #interiores ♬ sonido original - A-cero Arquitectura

Sin duda, una de las cosas que más echará de menos Joaquín es la sala de esta vivienda porque esta zona de la casa gozaba de un “silencio abrumador”, que le permitía leer “libros” y tener “un espacio para dibujar”. Y es que la vivienda parecía un museo porque tenía cientos de obras de arte y estaba cuidada con mimo.

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