Cómo funciona y quién puede beneficiarse de la prejubilación

La prejubilación es un término que, aunque comúnmente confundido con la jubilación anticipada, tiene características y condiciones muy diferentes. Mientras que la jubilación anticipada es una forma de acceder a la pensión antes de la edad legal de jubilación bajo ciertas condiciones legales, la prejubilación es un acuerdo privado entre la empresa y el trabajador que permite a este último retirarse antes de la edad oficial de jubilación, bajo condiciones que garantizan una estabilidad económica hasta que pueda acceder a su pensión completa.

La prejubilación es un acuerdo no regulado explícitamente por la Seguridad Social, sino que se establece de manera individual entre la empresa y el trabajador. Este acuerdo suele proponerse a empleados que están cerca de la edad de jubilación, pero que no cumplen aún con todos los requisitos para acceder a la jubilación anticipada. A través de la prejubilación, la empresa ofrece al trabajador una compensación económica que puede consistir en un porcentaje de su salario habitual, con el objetivo de mantener una estabilidad económica hasta que cumpla con los requisitos para la jubilación.

Este tipo de acuerdo es frecuente en sectores industriales o en grandes empresas que buscan rejuvenecer su plantilla, evitar despidos forzosos o hacer frente a reestructuraciones laborales.

El proceso de prejubilación comienza con un acuerdo entre la empresa y el trabajador. Normalmente, se dirige a empleados que tienen 55 años o más y que no pueden acogerse a la jubilación anticipada debido a que no cumplen con los años de cotización necesarios o no alcanzan la edad mínima requerida.

El acuerdo de prejubilación suele incluir los siguientes puntos:

• Compensación económica: La empresa acuerda pagar al trabajador un porcentaje de su salario actual. Este porcentaje puede oscilar entre el 60% y el 80% del salario que percibía antes de la prejubilación.
• Duración: El acuerdo establece la duración de la prejubilación, que puede extenderse hasta que el trabajador cumpla con los requisitos para acceder a la jubilación anticipada o a la jubilación ordinaria.
• Cotización a la Seguridad Social: Durante el periodo de prejubilación, las cotizaciones a la Seguridad Social suelen correr a cargo de la empresa, ya sea de manera directa o como parte del acuerdo económico con el trabajador.

La prejubilación está principalmente dirigida a trabajadores que:

• Tienen 55 años o más: Aunque este límite de edad no es fijo, ya que depende del acuerdo entre la empresa y el trabajador, es común que la prejubilación se ofrezca a empleados mayores de 55 años.
• No cumplen con los requisitos para la jubilación anticipada: Esto puede deberse a que no han cotizado los años suficientes o a que no han alcanzado la edad mínima requerida.
• Trabajan en sectores o empresas con procesos de reestructuración: La prejubilación es una herramienta utilizada por empresas en reestructuración, que buscan reducir su plantilla sin recurrir a despidos forzosos.
• Tienen una antigüedad considerable en la empresa: Las empresas suelen ofrecer la prejubilación a empleados con muchos años de servicio, como una forma de reconocer su trayectoria y permitirles retirarse con cierta seguridad económica.

Es importante destacar que la prejubilación no es lo mismo que la jubilación anticipada. Mientras que esta última permite acceder a la pensión antes de la edad legal de jubilación bajo condiciones específicas establecidas por la ley (como haber cotizado un mínimo de años), la prejubilación es un acuerdo privado que no otorga derecho a percibir la pensión de jubilación hasta que se cumplan los requisitos legales. Además, en la prejubilación, la empresa sigue asumiendo el coste de las cotizaciones a la Seguridad Social del trabajador, lo que garantiza que su futura pensión no se vea afectada por la falta de cotización durante el periodo de prejubilación.