Sordo (CCOO) contempla movilizaciones para septiembre ante la paralización en las negociaciones de reducción de jornada

Unai Sordo, actual secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), considera que los sindicatos han de dar un impulso a las movilizaciones en septiembre ante el estancamiento en las negociaciones sobre la reducción de jornada. “Lo que estamos planteando es un proceso de movilizaciones para la vuelta de agosto, a lo largo del mes de septiembre”, ha indicado el líder sindical en una entrevista con RNE. En ese sentido, Sordo lamenta que las reuniones entre el Ministerio de Trabajo, los sindicatos y la patronal “quedaran bastante estancadas” a finales de julio y principios de agosto.

De esta forma, su sindicato se muestra partidario de que las organizaciones laborales den un impulso a las movilizaciones en las calles y en centros de trabajo. A su modo de ver, la reducción de jornada es una medida que tarde o temprano deberá ir a las Cortes Generales. “Nosotros ahí lógicamente pues vamos a exigir a los grupos políticos que avalen una reducción legal del tiempo de trabajo”, ha subrayado Sordo, recordando que hace más de 40 años que se instauró la jornada laboral de 40 horas semanales y “es tiempo de que esas 40 horas semanales se reduzcan al menos a las 37 horas y media que ahora mismo están encima de la mesa”.

Por otro lado, al ser preguntado acerca de la reducción de la semana laboral a cuatro días, defiende la importancia de tender hacia una reducción general del tiempo de trabajo, pero considera que “no vale una fórmula para todas las empresas y para todos los sectores”. Por ello, apunta al debate de la distribución del tiempo de trabajo: si bien la semana de cuatro días es muy apetecible para muchos sectores, seguramente no sea la fórmula para otros, como las cadenas de montaje.

“Son dos debates que van absolutamente de la mano. Trabajar menos, pero también poder decidir entre empresarios y trabajadores cómo se distribuye el tiempo de trabajo para que el trabajo no colonice la vida de las personas trabajadoras”, ha explicado, añadiendo que, el punto central, es pactar definitivamente la reducción del tiempo de trabajo. Las negociaciones de diálogo social para reducir la jornada han dejado en un segundo plano el debate de la semana laboral reducida, una propuesta que tomó peso durante la pandemia.

El debate fue iniciado por Más País, la formación de Íñigo Errejón, que condicionó su apoyo a los presupuestos de 2021 a la implementación de un programa piloto financiado inicialmente con 50 millones de euros. Sin embargo, la financiación se redujo a 10 millones en los presupuestos de 2022, y la puesta en marcha del programa se retrasó hasta 2023. Hasta la fecha, 41 pymes industriales han solicitado participar en este proyecto, cuyo objetivo es mejorar la productividad en pequeñas y medianas empresas a cambio de reducir la jornada laboral en un 10% durante un mínimo de 24 meses sin recortar salarios.

Aunque la reducción a 32 horas semanales es una reivindicación sindical a medio plazo, el contexto europeo no ha avanzado significativamente hacia este objetivo. Un ejemplo es Bélgica, que en su reforma laboral de 2022 reconoció la semana laboral de cuatro días, permitiendo concentrar el trabajo en menos días sin reducir las 38 horas semanales establecidas legalmente. Entre las empresas que ya han implantado en España la semana de cuatro días hay dos compañías andaluzas, Software DELSOL y Grupo Deluxe, que con jornadas máximas de 36 horas semanales han visto crecer la productividad y no prevén dar marcha atrás a una medida que ha propiciado “trabajadores más felices”.