Quién es Mounir Nasraoui, el padre de Lamine Yamal que fue apuñalado en Barcelona: devoción y orgullo por su hijo

Lamine Yamal se encuentra atravesando una delicada situación personal tras conocer que en la noche de este miércoles, 14 de agosto, su padre, Mounir Nasraoui, fue apuñalado en Barcelona. El progenitor del jugador de la Selección Española recibió dos puñaladas en el abdomen y en el tórax cuando se encontraba en un aparcamiento de Rocafonda de Mataró. Aunque actualmente está recuperándose en un hospital de la localidad catalana, lo cierto es que su pronóstico fue “grave”, aunque estable.

Los Mossos d’Esquadra de Mataró y la policía municipal se encuentran investigando el caso y, de hecho, se ha localizado a varios testigos del suceso y se han detenido a cuatro personas por tentativa de homicidio. De acuerdo con la información que adelantó La Vanguardia, Mounir Nasraoui se encontraba paseando a su perro cuando fue increpado. Fue entonces cuando fue apuñalado, sin posibilidad de defenderse. Aunque aún se desconoce cómo ocurrió este suceso, algunas versiones apuntan a que posiblemente todo tuvo lugar a raíz de “una pelea anterior por motivos que se desconocen y en la que podría haberse visto involucrado el padre de la joven promesa futbolista del Barcelona”.

Durante el verano, Mounir Nasraoui acaparó todos los focos en el ámbito deportivo español dada la relevancia que adquirió su hijo, Lamine Yamal, quien se ha convertido en una estrella del Fútbol Club Barcelona y de La Roja en la Eurocopa. Y es que el hecho de que el deportista español sea menor de edad ha provocado que sus padres tengan un protagonismo importante en su vida profesional.

Son pocos los detalles que se conocen sobre la vida de Lamine Yamal y su familia, más allá de las diferentes luchas y sacrificios que han llevado a cabo sus padres para que el joven se convirtiera en una estrella. Mounir Nasraoui es originario de Marruecos y, actualmente, tiene 38 años. A la edad de 21 años se convirtió en padre del deportista junto a Sheila Ebana, originaria de Guinea Ecuatorial y que entonces tenía 16 años.

Lamine Yamal nació en Esplugues de Llobregat, Barcelona, en 2007 y fue criado en el barrio de Rocafonda, en Mataró, cuyo código postal es 304, cifra que el jugador dibuja con sus dedos siempre que marca un gol. Cuando la pareja se separó, el joven deportista se trasladó junto a su madre a Granollers, donde empezó a dar sus primeros pasos en La Masía. Por su parte, Mounir tomó la decisión de seguir viviendo en el barrio catalán.

Pese a que Lamine Yamal tenía la posibilidad de defender la camiseta de los países de los que sus padres son originarios, el jugador barcelonés optó por jugar con La Roja. Algo que si bien en principio dudó en aceptar el marroquí, lo cierto es que terminó accediendo. Un hecho que provocó que un gran disgusto entre los aficionados marroquíes, tanto es así que Mounir empezó a recibir amenazas y mensajes de odio, según La Razón.

Las redes sociales de Mounir simulan ser un mural en el que él demuestra su orgullo, apoyo y devoción por su hijo. Tanto es así que, hace unos meses, su nombre saltó a la primera plana tras publicar una icónica fotografía de su hijo con Lionel Messi, en la que el argentino sujeta al bebé de seis meses de vida y a la que tituló ‘El comienzo de dos leyendas’. La postal tuvo lugar en diciembre de 2007 y fue parte de una producción fotográfica especial de Sport para un calendario anual en el que el rosarino fue uno de los protagonistas del equipo culé.

“Cuando nació sabía que iba a ser una estrella. Para mí, mi hijo es el mejor en todo, no solo en el fútbol, sino en el amor y como persona. Es un niño como cualquiera, pero tiene una bendición de Dios”, detalló a los medios de comunicación, poco antes de que la Selección Española ganase la Eurocopa.

En mayo de 2023, el progenitor de Yamal se vio envuelto en una fuerte polémica por la que fue condenado por delitos leves de maltrato y daños. Y es que Mounir se indignó cuando el partido Vox calificó su barrio de “estercolero multicultural”, lo que provocó que este se enfrentara a unos apoderados del partido que situaron una carpa frente a uno de los colegios de Rocafonda.

Sumamente enfadado, arrojó huevos a la carpa y defendió su derecho a ser español. Por el primer delito, tuvo que pagar una multa de 366 euros y, por el segundo, otra multa de 180 euros, además de una indemnización de 110 euros al militante de Vox al que le rompió las gafas.

“Pido perdón, pero soy un ser humano. Aquel día mi hijo estaba viajando con la Selección Española hacia Hungría para representar a este país y estas personas se pusieron al lado de un colegio público donde hay todo tipo de razas”, fueron las primeras palabras que empleó en su defensa durante el juicio. “Tenemos que avanzar, ayudarnos, querernos, no separarnos. Mi madre ha cotizado aquí 50 años y mi abuelo fue militar aquí. No tienen derecho a decirme ‘Vete a tu país’, porque mi país es este, España”, zanjó Mounir.