La última fotografía de Pedro Sánchez de la que se puede echar mano en una agencia es del 31 de julio, cuando ofreció en Moncloa su particular balance del curso político. Horas antes ya había despachado con Felipe VI en Palma, por lo que por delante solo quedaba el verano. Cierto que se le vio en París, donde su papel no excedió del de un aficionado en los Juegos Olímpicos, ataviado con el polo de la delegación española y pantalón vaquero. También su mujer, Begoña Gómez, a quien espera en septiembre la decisión del archivo de su causa en la Audiencia de Madrid. Ambos descansan desde el lunes en La Mareta, una residencia en el municipio de Teguise, en Lanzarote, a disposición de los presidentes. Fue mandada a construir por Hussein de Jornania a finales de los 70 y regalada en los 80 a Juan Carlos I, que la cedió a Patrimonio Nacional.
Se desconoce si entre esas paredes resuenan reivindicaciones en el exterior. Coalición Canaria pide a Sánchez que guarde un par de horas de su estancia en las islas para atender la “emergencia migratoria”. Para esta formación, el socialista debería mostrar “la misma responsabilidad y solidaridad” de ciudadanos que día a día ven como a sus costas llegan personas necesitadas de techo, comida y certidumbre. La agenda está desierta.
Lo mismo ocurre con la de Alberto Núñez Feijóo, cuya imagen más reciente en los archivos de EFE o Europa Press es del 25 de julio, en Santiago, en la tradicional ofrenda al Apóstol. De sus semanas fuera del foco hemos sabido por un contratiempo de salud que por fortuna tuvo buen final. “He recibido hoy el alta de la operación de desprendimiento de retina y quiero agradecer la excelente atención de todo el equipo médico de Oviedo”, escribió este martes en la red social X. Su voz la hemos escuchado en COPE, donde intervino por teléfono para valorar el fraude electoral perpetrado por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, señalando el silencio de Sánchez al respecto, a su juicio al dictado de José Luis Rodríguez Zapatero.
De Sánchez, pero no del Gobierno. José Manuel Albares pasó por el Senado hace apenas unas horas para exponer su visión acerca de lo acontecido en Venezuela, limitándose a solicitar que se publiquen las actas con el voto y abogando, en línea precisamente con Rodríguez Zapatero, por un proceso de diálogo entre gobierno y oposición. Para este asunto, el PP ha tenido ‘de guardia’ a Esteban González Pons. Es probablemente el de índole internacional que más ha impactado en nuestro país. Recientemente, también, la entrevista exclusiva que Fabiola Yáñez ofreció a Infobae en Madrid para relatar episodios de violencia de género por parte del expresidente de Argentina Alberto Fernández. Este martes, la ex primera dama declaró en el consulado.
“El tonto del día” en el golf
Pero, a escala nacional, sin duda Cataluña. Con los pies en el suelo, la noticia más relevante es que Salvador Illa es ya presidente de la Generalitat, el primero no independentista en 14 años y gracias al acuerdo político con ERC, una de las fuerzas que ha alimentado y pagado con cárcel la vía unilateral. Sin embargo, Carles Puigdemont opacó la investidura con su regreso y posterior fuga, y también la toma de posesión con una primera declaración desde Waterloo. Nadie superará la experiencia de Puigdemont este verano, una escapada a Barcelona de apenas tres días propia de una película. Con horas de retraso, Cuca Gamarra compareció para mostrar indignación, porque los Mossos no fueron los únicos a los que el prófugo cogió con el pie cambiado. Sánchez no se pronunció ni a día de hoy lo ha hecho.
Óscar Puente lo ha hecho en dos versiones. La formal, en Radio Nacional; la alternativa, en uno de tantos vídeos que le graban sin consentimiento y en los que es increpado o directamente insultado. Jugaba al golf con el también ministro José Luis Escrivá. “¿Dónde está Puigdemont?”, le preguntó un espontáneo con malas formas que le apuntaba con el móvil. Puente le despachó rápido: “¡El tonto del día!”. La ministra más ocupada de largo ha sido la de Deporte, Pilar Alegría, que no se ha movido de París.
De otras formaciones, no hay rastro de Yolanda Díaz (habla Elisabeth Duval, secretaria de Comunicación de Sumar) ni de Santiago Abascal, cuya estampas más reciente es a título personal y con una criatura recién nacida, Hernán, en sus brazos. Es su quinto hijo, el tercero con su actual mujer. También a título personal, aunque con un cariz muy distinto, triste, Borja Sémper ha hecho público su dolor por el fallecimiento de su “suegro y amigo”, el artista Juan Luis Goenaga: “Se nos va una parte del corazón, nos queda su obra, su inmenso recuerdo y su ejemplo humanista”.