Esta es la ciudad europea con mayor riesgo de morir por una ola de calor

El sur de Europa no puede dejar de abanicarse. La ola de calor a la que se enfrenta el continente se extiende desde Portugal hasta Grecia, con temperaturas superiores a los 40 °C en algunos puntos. Un fenómeno que afecta a la producción de las centrales nucleares de Francia, al consumo eléctrico en Italia y España y al transporte de combustible en el centro y sur de Alemania.

El caso de Francia preocupa algo más, porque desde hace dos veranos hay un episodio que se repite: los ríos se quedan sin caudal y se tiene que parar la producción nuclear. En 2022, el país galo se enfrentó a la peor sequía desde 1958, provocada por la falta de lluvia y las olas de calor sucesivas.

La situación francesa es alarmante también por algo más y es que, en el caso de que Europa se viera afectada por una potente ola de calor, acorde a un estudio realizado por investigadores británicos, hay una ciudad en este país donde el riesgo a morir sería mayor que en el resto de urbes del continente.

Para realizar este informe, el grupo de expertos ha analizado el riesgo de muerte por temperaturas extremas en 854 villas europeas entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2019. Examinando informes meteorológicos, cifras demográficas de adultos mayores de 20 años y el tipo de infraestructura de cada urbe del continente, el estudio revela que “la ciudad con mayor riesgo relativo por calor es París”, debido a su efecto de isla de calor urbano. Este fenómeno se produce en aquellas zonas que experimentan temperaturas más altas que los lugares circundantes debido a la actividad humana. En el caso de la capital francesa, el cambio en el termómetro frente a los municipios de su alrededor puede ser de hasta 10 grados, tal y como ha explicado el autor de la investigación, Pierre Masselot.

Los distritos de la Ciudad de la Luz donde más se forman estas “cúpulas de aire más caliente” son el 2º y el 9º. El investigador explica que esto sucede por “la falta de vegetación” y el “color del asfalto y los materiales” que son muy oscuros y “absorben” el calor. El estudio también advierte de que los parisinos mayores 85 años, que son los más afectados por la canícula, ven multiplicada su mortalidad por 1,6, cuando la temperatura es más alta de lo normal.

Con este concepto de isla urbana de calor, París encabeza la lista de las ciudades más mortíferas en caso de ola de calor, por delante de Berlín (Alemania) y Zagreb (Croacia). Cabe destacar, que no es la primera vez que los galos consiguen este peculiar y nada honorífico distintivo, en 2023, también lo lograron. Por su parte, Londres, es la urbe donde el riesgo de fallecer congelado es mayor, debido al peor aislamiento y menor nivel de calefacción de los sectores más pobre de la población.