Frank Cuesta ha vivido uno de los peores sustos de su vida al pensar que podría perder el templo que con tanto cariño y mimo ha construido en los últimos años. Hace una semana, el herpetólogo desveló a través de su cuenta de X, antes Twitter, que su exmujer, Yuyee Alissa Intusmith le estaba reclamando pagar cierta cantidad para que este siguiera conservando su santuario, situado a escasos kilómetros de la capital de Tailandia.
El que fuera presentador de Frank de la jungla explicó que las 37 hectáreas de terreno, donde da un hogar a animales que acaban en el país asiático, están a nombre de su expareja, ya que en el momento de la compra las tierras no podían constar al nombre de Cuesta debido a su situación como extranjero. De esta manera, la titularidad del Santuario ‘Libertad’ está a nombre de Yuyee y, según lo pactado, esta pertenecerían a sus tres hijos lo antes posible. Sin embargo, la actriz se negó a hacer el cambio de nombre y, en su lugar, le exigió el pago de un millón de euros en concepto de alquiler.
Afortunadamente, ambos llegaron a un acuerdo en el que Cuesta pagará la suma de 225.000 euros por la compra de los terrenos. Mientras Frank contaba con todo lujo de detalles cada detalle acontecido en esta polémica, Yuyee permanecía en silencio. Ahora, la tailandesa ha concedido su primera entrevista para desvelar los motivos que le llevaron a tomar esta tajante decisión. Ella, junto a su actual pareja, Chris Korn, ha contado a la revista LOC de El Mundo la parte de la historia que quedaba por escuchar.
“No quiero volver a la cárcel”
“Todo surgió a raíz del divorcio. Frank y yo nos divorciamos el pasado diciembre y, tras 22 años de matrimonio, finalmente firmamos los papeles del divorcio. Cuando nos divorciamos, confié en su buena voluntad y no busqué una pensión alimenticia legal, ni firmamos un contrato”, ha comenzado a desvelar a la ya citada publicación, dejando entrever que su separación marcó un antes y un después en su relación con el herpetólogo. “Pensé que podía confiar en él para que se encargara de pagar la pensión. Pero cada vez que llegaba la hora de pagar, la cantidad cambiaba y se reducía. Cuando le preguntaba al respecto, sus respuestas no eran amables ni claras”, ha continuado explicado a El Mundo.
“Cuando conocí a Chris, Frank redujo mi pensión a 100.000 bahts —aproximadamente unos 2.600 euros— y luego todavía rebajó más la cantidad. Le pedí que la aumentase porque la calidad de vida que tenía cuando estábamos casados es muy distinta a la que tengo ahora”, ha seguido desvelando, haciendo hincapié en que, según las leyes tailandesas, es su responsabilidad pagar dicha cuota mensualmente. “Pero yo me fié de su palabra y no firmamos ningún contrato”, ha vuelto a reiterar Yuyee.
Cansada de la situación, y ante la inseguridad de recibir o no la pensión por parte de Cuesta, se vio en la obligación de emplear su única baza: las tierras del Santuario ‘Libertad’. Y aunque este fue el motivo de peso por el que decidió pedir un alquiler por ellas, lo cierto es que había otra razón detrás. “Desde un principio, la propiedad estaba a mi nombre, pero una persona de confianza me dijo que no era prudente mantenerla a mi nombre por si había algún tipo de problema legal con los animales”, ha asegurado al ya citado medio.
“En ese caso, correría el riesgo de enfrentar una condena, algo que quiero evitar a toda costa porque no quiero volver a la cárcel. Mi vida acabaría si eso sucediese. Para protegerme, decidimos convertir la propiedad en un alquiler. No creo que haya nada de malo en que una mujer tome medidas para protegerse”, ha sostenido la actriz.
Por otro lado, Yuyee ha querido aclarar que ella no incumplió el acuerdo que tenía con Frank, como se ha venido diciendo. “Cuando quise poner la propiedad a nombre de mis hijos, Frank dijo que no estaban listos para esa responsabilidad. Insistió en que siguiera a mi nombre. Entonces acordamos mantener la propiedad a mi nombre, pero con un contrato de alquiler para que me sintiera más segura. Ahora, él me alquila la propiedad por 100.000 baht mensuales”, ha asegurado. “Nunca tuve intención de que este santuario fuera una moneda de cambio, y las vidas de los animales no son negociables. La situación se ha presentado de froma muy sesgada y quiero velar por la seguridad de todos los involucrados”, ha zanjado.