El lado más íntimo de Juan Gómez-Acebo, el primo menos conocido de Felipe VI: dos mujeres, un hijo y una gran pasión

El sobrino de Juan Carlos I ha fallecido repentinamente este lunes, 12 de agosto, seis meses después de la muerte de su hermano, Fernando

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Juan Gómez-Acebo en una imagen de archivo (Europa Press)
Juan Gómez-Acebo en una imagen de archivo (Europa Press)

La familia real española se encuentra atravesando un duro momento personal. Hace cinco meses tuvieron que dar el último adiós a Fernando Gómez-Acebo y, ahora, han tenido que hacer frente a una nueva pérdida con el fallecimiento de Juan Gómez-Acebo, hermano del susodicho. El primo de Felipe VI ha muerto este lunes, 12 de agosto, a causa de un cáncer en Palma de Mallorca, rodeado de sus seres queridos más cercanos, según confirmó El Debate y Vanitatis.

El entierro del hijo de la infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo tiene previsto celebrarse este jueves, 15 de agosto, en la capital madrileña, aunque la misa de su funeral se realizará el próximo mes de septiembre, con la idea de que todos los miembros de la familia puedan reunirse. Al margen de su repentina muerte, lo cierto es que a lo largo de sus 54 años, Juan Gómez-Acebo siempre mantuvo un perfil bajo, siendo uno de los sobrinos más discretos de Juan Carlos I pese a la popularidad que rodea a su familia por ser miembros de la casa real española.

Aunque apenas se conocen detalles de su vida, es imposible no destacar las buenas dotes artísticas que le caracterizaron a lo largo de su vida, lo que le condujo a estudiar Bellas Artes en la Universidad de Rollins de Orlando. Sus destrezas sobre el lienzo han sido tales que varias de sus obras han sido expuestas en la Biblioteca Nacional de nuestro país o en la Fundación Arauco. Por si fuera poco, sus trabajos han traspasado las fronteras, llegando a exponerse en algunas localidades de Portugal y Luxemburgo.

Pintura de Juan Gómez-Acebo en una publicación de sus redes sociales (Instagram)
Pintura de Juan Gómez-Acebo en una publicación de sus redes sociales (Instagram)

Dos grandes amores

En cuanto a su vida personal, el que fuera vizconde de la Torre no acostumbraba a hacer públicos detalles de su entono íntimo. No obstante, se sabe que el segundo de los cinco hijos de la infanta Pilar tuvo dos grandes amores. El primero de ellos fue Winston Holmes Carney, a quien conoció cuando estudiaba en la Universidad de Rollins de Orlando. Desde entonces, los dos tuvieron una buena conexión, tanto que se volvieron inseparables.

Con el paso del tiempo, su relación empezó a ser cada vez más cercana, pues compartían diferentes vivencias y, además, su gran pasión por el arte. Fue entonces cuando su romance comenzó a consolidarse y, en 2013, formaron una familia con la llegada de Nicolás, su primer hijo en común. Poco después, decidieron unir sus vidas en matrimonio en el consulado español de Miami, ciudad en la que residían los padres de ella.

Juan Gómez Acebo llegando junto a su pareja, Teresa Vérez (Europa Press)
Juan Gómez Acebo llegando junto a su pareja, Teresa Vérez (Europa Press)

Sin embargo, su historia de amor no llegó a buen puerto y, en 2019, decidieron seguir sus vidas por separado. Los posibles motivos se encontraban en su “incompatibilidad de caracteres absoluta” y, aunque “llevaban tiempo luchando por su matrimonio”, lo cierto es que su final “era insostenible”, según desvelaron fuentes cercanas a la expareja a Vanity Fair.

La muerte de su hermano Fernando Gómez-Acebo le dejó completamente devastado, aunque en medio de este complicado momento personal, uno de sus grandes apoyos fue Teresa Véret, la persona que ha sido un pilar fundamental en los últimos meses de su vida. De ella se conoce es que es una arquitecta que nació y creció en España, aunque ha trabajado en otras ciudades como Sídney, Nueva York y Miami, donde residía actualmente junto a Juan. Por si fuera poco, el primo de Felipe VI se encontraba muy unido a su madre, tanto que era el gran protector de la infanta Pilar. Cuando falleció Luis Gómez-Acebo, él tenía 22 años y desde ese momento tomó esa responsabilidad afectiva.

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