Óscar Puente celebra que Salvador Illa es ya presidente de la Generalitat y que Cataluña -opina- podrá “aprovechar las oportunidades que ha perdido en los últimos diez años”. Para el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, el procés ya estaba cerrado y lo ocurrido este jueves -investidura- y sábado -toma de posesión- es solo la “certificación”. Recuerda el ministro, entrevistado este lunes por Meritxell Planella en ‘Las mañanas de RNE’, que el PP, en voz de Alberto Núñez Feijóo, Borja Sémper o Alejandro Fernández, lanzó en varias ocasiones el mensaje de que Pedro Sánchez acabaría dando el poder a Carles Puigdemont: “Ahora esa narrativa se les ha estropeado y tienen que seguir sembrando desasosiego, que es de lo que se alimentan”.
Preguntado por el pacto fiscal que ha dado lugar al acuerdo con ERC, Puente cree que no tendrá un coste político para el PSOE, pero confiesa no tener “una bola de cristal”. En relación con la Ley de Amnistía, subraya que el Gobierno “ha hecho lo que podía y debía” y que quien tiene que cumplir ahora es la judicatura. Hila esto con la orden de detención contra Puigdemont por malversación, delito que para el ministro no hay por dónde “agarrar” tras la entrada en vigor de esa amnistía. “Promulgamos una norma -ha valorado- que tiene un tenor muy claro y los tribunales no pueden extralimitarse”. Confía en que el Tribunal Constitucional pondrá “punto y final” a este capítulo.
También se ha pronunciado Puente sobre la “performance” de Puigdemont. Cabe recordar que, a tenor de la información disponible, Puigdemont cruzó la frontera el martes y se presentó a la hora y en el lugar previstos el jueves para su bienvenida en Barcelona, y se dejó ver ante 3.000 fieles, entre ellos decenas de agentes uniformados y de paisano, y millones de espectadores de las principales cadenas de televisión. Al terminar su discurso, de seis minutos, se giró y ahí estaba su abogado, Gonzalo Boye, que con un “vamos” le animó a abandonar rápido el escenario. Lo que ocurre a continuación es propio de una película, un truco para el que necesitó de un sombrero de paja, un Honda HRV y algo de suerte con los semáforos.
“Estoy convencido de que Junts variará la estrategia”
“No es más que ruido. No creo que beneficie ni al propio protagonista”, ha despachado el ministro, que ha preferido poner el foco en Junts per Catalunya, “el partido que más ha pesado en la comunidad y que ahora está al margen de los procesos de toma de decisiones”. Puente dice estar convencido de que “variará esta estrategia y volverá a ser una formación práctica que esté en el día a día de los catalanes”.
Sí ha querido el dirigente desviar la responsabilidad del Ministerio del Interior en la huida de Puigdemont: “Es evidente que la responsabilidad de todo el mecanismo de seguridad es de la Generalitat y de los Mossos”. Ha recalcado que “el Estado lo único que tiene en Cataluña es el control de fronteras” y que en el marco del espacio Schengen se hace “muy complicado” controlar desplazamientos que son “libres”. “Quien sí tuvo acceso a Puigdemont, y estuvo rodeado de mossos en Barcelona, era la Generalitat”, ha zanjado. El Tribunal Supremo, informó Infobae el sábado, apunta a posibles delitos en las cúpulas de Interior y Mossos por no ejecutar la orden de detención.
En relación con el peso de Junts no en Cataluña pero sí en el Congreso de los Diputados, Puente confía en que el Gobierno seguirá sacando adelante sus iniciativas como ha hecho “en más de un 80%” de las ocasiones, y da por normal que los independentistas puedan oponerse a otras al tratarse de un partido con postulados muy diferentes.