Los jóvenes trabajadores de España “no han visto ningún aumento en sus salarios reales mensuales a lo largo de la última década”, indica la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe ‘Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2024′, publicado hoy lunes.
El estudio señala que el rápido crecimiento de la inflación en los últimos años, sin aumentos correspondientes en los salarios nominales, ha provocado una caída de los salarios reales en la mayoría de las economías del G20 y en todos los países de la OCDE, erosionando los niveles de vida de los trabajadores jóvenes y adultos en todo el mundo.
No obstante, hay algunos países que han mostrado importantes ganancias reales. Así, los aumentos más significativos se dieron en los países con ingresos medianos bajos del Sudeste Asiático como Indonesia y Vietnam, y en Polonia. Por el contrario, los adultos jóvenes asalariados en Australia, Brasil, Colombia, Egipto, México y España no experimentaron un incremento en sus sueldos reales mensuales en los últimos diez años.
Todos estos países experimentaron un período de deflación salarial durante ese período, con los impactos negativos más fuertes experimentados por los adultos jóvenes en Australia y España.
“Ninguno de nosotros puede esperar un futuro estable cuando millones de jóvenes de todo el mundo no tienen un trabajo decente y, en consecuencia, se sienten inseguros e incapaces de construir una vida mejor para ellos y sus familias”, ha señalado Gilbert F. Houngbo, director general de la OIT.
El experto recuerda que las sociedades pacíficas dependen de tres ingredientes fundamentales: estabilidad, inclusión y justicia social, “y el trabajo decente para los jóvenes está en el centro de los tres”.
Menos paro
Los malos datos salariales globales contrastan con la buena evolución de la tasa de paro entre los menores de 25 años a nivel global, que se situó el año pasado en el 13%, lo que equivale a unos 64,9 millones de jóvenes desempleados, el menor nivel en 15 años, mientras que se espera que en 2024 y 2025 baje aún más, hasta situarse en el 12,8%, indica la la OIT.
A pesar de esta mejoría, el informe advierte de que el panorama “no es el mismo en todas las regiones”, ya que las lecturas de paro juvenil en los Estados Árabes, Asia Oriental y Asia Sudoriental y el Pacífico “eran más altas en 2023 que en 2019″.
“El informe nos recuerda que las oportunidades para los jóvenes son muy desiguales. Sin igualdad de oportunidades para acceder a la educación y a empleos decentes, millones de jóvenes están perdiendo la oportunidad de un futuro mejor”, ha señalado Houngbo.
Aumenta el número de ‘ninis’
El informe también incide de los “vientos en contra” a los que se enfrentan los jóvenes en el mercado laboral, incluyendo el elevado número de ‘ninis’, jóvenes que ni estudian ni trabajan, ya que, en 2023, uno de cada cinco jóvenes del mundo (20,4%) entraba en esta categoría y dos de cada tres ‘ninis’ eran mujeres. En concreto, la tasa mundial de ‘ninis’ de las mujeres jóvenes era del 28,1%, más que duplicando la tasa del 13,1% entre los hombres menores de 25 años.
La OIT también avisa de la falta de avances en la obtención de empleos decentes en el caso de los jóvenes que sí trabajan, puesto que a nivel mundial “más de la mitad de los trabajadores jóvenes tienen un empleo informal” y sólo en las economías de renta alta y media-alta la mayoría de los trabajadores jóvenes tienen un empleo fijo y seguro, mientras que tres de cada cuatro trabajadores jóvenes de los países de renta baja sólo conseguirán un empleo por cuenta propia o un trabajo temporal remunerado.