Laura Matamoros aseguró en su paso por Supervivientes 2024 que no tenía en mente volver a darse una oportunidad en el amor tras su ruptura con Benji Aparicio. Sin embargo, poco tiempo después de haber afirmado esto, la vida le sorprendió. Un año después de su separación, la hija de Kiko Matamoros ha vuelto a creer en el amor y, si bien al principio apenas daba detalles de su nueva relación de pareja, lo cierto es que, ahora, presumen de su relación públicamente.
Tras varios meses de rumores, la influencer tomó la decisión de desvelar la identidad del ‘culpable’ de su felicidad a través de sus redes sociales. La nueva pareja de Laura Matamoros es Antonio Revilla, popular por la relación que comenzó durante el confinamiento con la también influencer Laura Ribot, con quien rompió en 2023 y con la que tiene un hijo en común, Mateo. Pese a que su historia de amor es reciente, lo cierto es que esta avanza a pasos agigantados, tanto es así que es innegable que van muy en serio.
Tras disfrutar de unas románticas vacaciones en Marruecos que compartían hace varias semanas en redes sociales ‘oficializando’ su noviazgo a golpe de imágenes en actitud cómplice, Laura y su nuevo novio han vuelto a hacer las maletas para regalarse un fin de semana romántico en la localidad segoviana de Pedraza, conocida por su encanto medieval.
Calles empedradas y un increíble castillo
La pareja ha elegido un destino idílico para desconectar, recargar energías y, además, consolidar sus sentimientos. Se trata de una encantadora villa medieval con calles empedradas que es la mejor conservada del país. Declarada Conjunto Monumental en 1951, destaca por su imponente castillo y la Plaza Mayor, una de las más hermosas de Segovia.
La zona cuenta con varios puntos de interés, como es la Calle Real, principal arteria del pueblo, conecta el castillo con la plaza y está flanqueada por casas blasonadas como la Casa de Pilatos, un caserón del siglo XVI que perteneció a la familia Ladrón de Guevara; la iglesia de San Juan Bautista, característica por sus elementos románicos y barrocos; y la Cárcel de la Villa, un edificio medieval que muestra la vida carcelaria de la época.
Pese a que esta escapada suponía dejar a un lado sus labores profesionales, lo cierto es que a Laura Matamoros le fue inevitable descuidar su profesión. Así, no dudó en posar junto a su chico en una improvisada sesión de fotos en el balcón del coqueto hotel en el que se han alojado. Además, con el ‘deber’ cumplido, Laura y su novio disfrutaban de un almuerzo en un céntrico restaurante situado en la Plaza Mayor de Pedraza, donde ajenos a la presencia de las cámaras y los focos, compartieron confidencias y miradas que reflejan a la perfección el momento tan dulce que están viviendo.
Tras pasar la noche en la localidad, llegaba el momento de regresar a la normalidad para retomar sus compromisos en la capital, y juntos, pero manteniendo las distancias, veíamos a la enamorada pareja abandonando el hotel. Mientras Antonio, en primer lugar, llevaba las bolsas de ambos, Laura aprovechaba para hacerse un último selfie con su móvil, derrochando estilo con un cómodo y favorecedor vestido rosa pastel con escote palabra de honor.