Un hombre ha sido detenido el pasado lunes después de apuñalar a una niña menor de 11 años y una mujer de 34. Los hechos ocurrieron en la zona de Leicester Square, en pleno centro de la capital británica, ha informado la Policía Metropolitana de Londres (MET), según ha recogido la Agencia EFE. Las dos víctimas, cuyas identidades aún no se conocen, ya han sido hospitalizadas, pero no se ha facilitado su estado de salud. Además, las autoridades impusieron un cordón policial alrededor del lugar del ataque.
Este apuñalamiento es el segundo que ocurre después de otro en Southport, en el noroeste de Inglaterra, donde tres niñas murieron tras ser atacadas con arma blanca el pasado 29 de julio en un concierto de Taylor Swift.
Un comunicado divulgado por la Policía señala que “los agentes están en el lugar de un apuñalamiento en Leicester Square. Un hombre ha sido arrestado y se encuentra bajo custodia (en una comisaría). No creemos que haya ningún otro sospechoso”. “Dos víctimas, una niña de 11 años y una mujer de 34 años, han sido trasladadas al hospital y esperamos una actualización sobre su estado”.
Un portavoz del Servicio de Ambulancias de Londres informó de que antes del mediodía recibieron la alerta del apuñalamiento en Leicester Square, zona donde hay cines y teatros. “Enviamos recursos al lugar, incluido un equipo de ambulancia y un paramédico”, señaló.
Aumento de los ataques
En los últimos años han aumentado los casos de ataques con arma blanca en Londres, sobre todo de jóvenes. El agresor del ataque en Southport fue identificado como Axel Rudakubana, un joven de 18 años nacido en Gales de padres ruandeses, que también causó heridas a ocho menores y dos adultos.
Tras ese caso, los grupos anti-inmigración de extrema derecha provocaron disturbios como respuesta a una información falsa que circuló por las redes sociales, en la que se afirmaba que Rudakubana era solicitante de asilo.
Tensión en Londres
La ciudad ha visto un incremento en las protestas antiinmigración, avivadas por la extrema derecha, lo que ha generado enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Además, la capital británica enfrenta desafíos relacionados con la sobrepoblación carcelaria, exacerbada por los disturbios. La situación es tan grave que el rey Carlos III está recibiendo informes diarios sobre la crisis, mostrando la magnitud del problema en la nación.
La policía se había preparado para nuevos disturbios durante el fin de semana, pero no se produjeron disturbios generalizados gracias a los fuertes operativos de seguridad montados en las zonas donde se iban a producir. Los ministros permanecieron en alerta máxima, dijo la oficina del primer ministro Keir Starmer, añadiendo que su trabajo no había terminado para hacer frente a las consecuencias de la violencia.
No obstante, en ciudades inglesas como Londres, Bristol, Birmingham o Newcastle, miles de personas se sumaron a las protestas contrarias a la ultraderecha para denunciar el racismo y la islamofobia.