La oportunidad de viajar a otros países y conocer otras culturas e idiomas es algo que no dejan de aprovechar muchos jóvenes españoles. Dentro de las posibles formas de irse, una de las más conocidas es a través del programa de Au Pair, una modalidad en la que los jóvenes se hacen cargo de los hijos de las familias y les enseñan el idioma, a cambio de poder quedarse en su casa y, con suerte, algo de dinero.
En este intercambio cultural participa, entre otras muchas personas, Marta Rodríguez, una joven española que además es influencer, puesto que acumula más de 200.000 seguidores en su cuenta de TikTok @martarodrigzgz. De hecho, en la actualidad aprovecha su estancia en EE.UU para mostrar todas las realidades que se encuentra en su vida cotidiana, así como esas “cosas en Estados Unidos que no podría haber en España”.
Sobre esto último, precisamente, versa su última publicación, un vídeo en el que en un simple paseo por una urbanización -allí se conocen como suburbios- nos muestra cómo, efectivamente, tenemos mucho que aprender del país norteamericano. “No te voy a decir por qué”, dice a la cámara al decir que en España, país al que ama, esto no podría existir, “pero la gente es muy rata”.
Unas galletas con muy buena pinta
La “cosa” que nos quiere mostrar es “una tiendita de galletas” que se ha instalado en una de las casas de dicha urbanización. “Esta mujer todas las mañanas hace sus galletas y las pone aquí para venderlas”, explica Marta. “Entonces tú vienes y aquí puedes ver todas las que tiene”. ¿Y cuáles tiene? Varias con una pinta deliciosa: brownies de Oreo, por ejemplo, que es una de las que escoge la joven. “Esto lo voy a coger para problarlo”, algo que también hace con la cookie de s’mores (un postre tradicional) y con una que tiene “crema de cacahuete por dentro”.
“Tú coges lo que quieras”, afirma Marta. “Aquí tienen sus bolsitas y lo metes”. El siguiente paso es pagar, que se puede hacer con efectivo o con una especie de bizum mediante un código QR. “Aquí tiene su cajita y aquí le echas el efectivo”, señala en el vídeo. En este caso, no lleva billetes ni monedas así que prefiere hacerlo con su dispositivo móvil. Una vez compradas, falta lo más importante: probarlas.
El veredicto final
Para este momento, Marta decide grabarse también con los hijos de la familia que está cuidando y darle a probar, al mayor de ellos, todas y cada una de las galletas que ha comprado. “Primero quiero enseñar esta que es de s’more”, anuncia. “Por si no sabes lo que es, son las típicas nubes estas que derriten en el fuego y luego ponen galletas y chocolate por dentro”. El resultado se puede ver en cuanto abre la cookie, y aún más cuando tanto ella como el niño la prueban. “Está buenísima”.
Lo siguiente en caer es el brownie de Oreo, que del mismo modo le da a probar al pequeño, y con la que tiene mantequilla de cacahuete. Lo último que se puede ver en el vídeo es cómo Marta le pregunta al mayor cuál de todos estos dulces le ha gustado más. Parece que él no tiene dudas, y coincide con ella en que el mejor es el de s’more. “Esto está que flipas”.
Eso sí, antes de volver a casa hay que eliminar las pruebas del delito, y limpiarle la cara al niño, el cual se ha dejado la boca llena de restos de dulce. “Mira la cara”, dice Marta riéndose y advirtiéndole en inglés al pequeño que si no se deja lavar su madre se enterará de lo que ha hecho, aunque luego termina: “Como si su madre no fuera a ver el vídeo”.