El tema de la inflación en España siempre ha dado mucho de qué hablar. De algunos momentos especialmente recordados como la pregunta “¿Cuánto cuesta un café?” al ya expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, se ha pasado a continuas polémicas por las subidas de precio, entre ellas la del aceite de oliva, uno de los encarecimientos más comentados en materia de supermercados.
Sin embargo, el hecho de que los precios hayan subido no quiere decir que en otros países algunos productos tengan un precio mucho más elevado. Y es que este no solo depende de la renta de la ciudadanía, sino que también fluctúa según otros factores como lo que cuesta producir dichos productos o importarlos de otras partes del mundo.
Este hecho se ha visto reflejado en un vídeo subido por la cuenta de TikTok @angiedeviaje, donde una argentina que vive en España, da consejos sobre viaje y da a conocer rincones del mundo para sus más de 85.000 seguidores. Solo que, en este caso, el vídeo de Angie ha sido más bien doméstico y cotidiano, centrándose en la bolsa de la compra tras volver del Mercadona.
“En mi vida compré frambuesas”
“Amigos”, saluda ella al inicio del vídeo, “acabamos de hacer la primera compra en España, acá en el supermercado en Mercadona, que es uno de los más conocidos”. Una aventura que se ha saldado con casi 57 euros menos en su cuenta bancaria, pero que pese a la elevada cifra la ha dejado “impresionada con todo lo que compramos”.
Acto seguido se ha puesto a mostrar todo lo que había adquirido: “Miren, cinco paltas (aguacates), este pan lactal (de molde) gigante, galletitas para el mate, acondicionador de un litro gigante, un suavizante para 80 lavados de ropa, un kilo de espaguetis, tortillas, y estas otras que son un poco más chiquitas, que traen diez, más galletitas gigantes para el mate, quesito crema, milanesa de soja, ensalada que ya viene lavada y es gourmet...”.
La lista, en efecto, parece interminable, pero no solo en la cantidad sino también en la variedad, dado que algunos productos han sido considerados por Angie verdaderamente difíciles de adquirir en su país de origen. “¿Estas que son?”, pregunta en un determinado momento. “Frambuesas: en mi vida compré frambuesas”. También le ocurre algo parecido con el hummus, un producto que, según ella, en Argentina “cotiza en bolsa”, así como con un “tipo puré de tomate” al que llamamos “tomate frito”. “No sé cuál será la diferencia”, reconoce.
Lo que compraría en Argentina por el mismo dinero
Otros productos adquiridos por Angie son mermelada de fresa, un paquete gigante de acelgas lavadas, zanahorias, cinco pechugas de pollo, más de un kilo de plátanos y un kilo de fideos. “Esto me dura 200 años”, predice alucinada, para luego seguir enumerando: un kilo de lentejas, ocho filetes de lomo, medio kilo de aceitunas sin hueso, patatas, seis latas de atún, dos kilos de cebolla, un kilo y medio de tomates, un kilo de arroz integral, un pimiento rojo y “berenjena para hacer milangas (milanesas)”.
“Todo esto por 56€”, termina diciendo, para después compararlo y decir que en Argentina cree que no compraría ni una cuarta parte. También en la descripción refleja este contraste entre los precios, al aclarar que, viniendo del país latinoamericano, “nos parece una locura lo barato que es todo”.