Tú a Roquetas de Mar y yo a Praga: intercambiar casas en verano, otra opción para irse de vacaciones que aumenta cada año

España es el segundo mercado más importante a nivel mundial de intercambio de casas de la plataforma HomeExchange

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En el año 2006, Cameron Díaz y Kate Winslet protagonizaron The Holiday (2006, Nancy Mayers), cinta en la que sus personajes intercambian sus casas durante unas Navidades. La película dio como resultado una de las comedias románticas más populares de comienzos de siglo y la recaudación de más de 200 millones de dólares sólo en Estados Unidos. Pero no solo eso: gracias a ella se popularizó el concepto de intercambiar casa. La directora se inspiró en la plataforma HomeExchange para elaborar el guion. Y años más tarde, el impacto también llegó a España.

República Checa, Alemania, Francia, Portugal, Austria, Italia y Bulgaria. Como los personajes de Díaz y Winslet en la película, Erika, profesora de Matemáticas bilingüe en un instituto de secundaria, y su marido Fran, policía nacional, también han intercambiado su casa. Pero no una como en la ficción, sino un total de 69 veces en casi una decena de países. Ellos llevan desde el año 2018 dejando su casa ubicada en Roquetas de Mar, en Almería, pero en los últimos años, la tendencia de intercambiar casas en época vacacional ha ido en aumento, en especial en los meses de verano. Según los datos que HomeExchange ha facilitado a Infobae España, la plataforma tiene registrados en nuestro país casi 27.000 miembros. De hecho, España es una de las potencias a nivel mundial en el ejercicio de esta práctica. “A día de hoy somos el segundo mercado más importante a nivel mundial, solamente precedido por Francia”, cuenta Myriam González, del equipo de HomeExchange. En tercer lugar está Estados Unidos, lugar fundador de este concepto hace más de 30 años.

Uno de los factores por los que cada vez más españoles se lanzan a probar esta oferta de alojamientos es el económico. “Al viajar sin tener que pagar alojamiento, sí que te permite hacer viajes más largos”, explica Erika. HomeExchange funciona a través de una suscripción anual de 160 euros, como asegura la plataforma a este medio, y con esa suscripción puedes intercambiar tu casa durante todo el año todas las veces que quieras. La opción puede ser recíproca, o no, si por ejemplo por fechas no coinciden, ya que funciona con un sistema de puntos. Esta oferta contrasta un año más con el aumento del precio de la vivienda frente al mar, que según un informe realizado por el Grupo Tecnitasa, ha aumentado un 9,95% en España, en comparación con 2023. Esto de media supondrá desembolsar 1.160 euros semanales, frente a los 1.055 euros del año pasado. González asegura que el precio de la pernoctación por noche en un apartamento ronda los 150 euros.

Los beneficios: del ahorro a contribuir al turismo responsable

Pero pese a la comodidad económica que ofrece, no es este el principal motivo por el que en el caso de Erika y su familia, formada por su marido Fran y sus tres hijas pequeñas, llevan viajando de esta forma desde que la primera de ellas nació, hace ya ocho años. “Es una manera de viajar muy cálida. Te acerca más al país al que viajas. También es más humana”, añade. Asimismo, el clima de confianza que se crea con la otra familia es “muy difícil de explicar”. “Las personas se prestan cosas y hacen cosas por los demás. Donde tú visitas un país de la mano de las personas que viven allí, el respeto y la cordialidad crece”, añade.

“Al final esta manera de viajar es muy curiosa, es muy de confiar en la otra familia”, cuenta Erika. Para su primera experiencia intercambiando casas, escogieron de destino Praga. El problema vino con que el vuelo de sus nuevos inquilinos llegaba dos horas antes de que saliera el suyo, pero su vuelo se retrasó y tuvieron que embarcar, haciendo que ambas familias no coincidieran por lo que no pudieron entregarle las llaves de la que sería su casa durante las vacaciones. Finalmente, una azafata fue la encargada de entregarles las llaves de su apartamento en Praga. “Cuando llegamos a la casa realmente alucinamos porque estaba una urbanización en las afueras con un bosque precioso. La casa estaba valorada en uno o dos millones de euros”, explica. Esto le chocó porque ella y su familia residen en un apartamento en Roquetas de Mar. “Tú estás allí en medio de un bosque con esa casa y ellos pues bueno, vienen a tu humilde morada”, bromea.

Casa de intercambio en Praga,
Casa de intercambio en Praga, República Checa. (CEDIDA)

De hecho, esta familia viene de hacer tres intercambios en Bulgaria, uno en Sofía, otro en la parte central de Bulgaria, en la zona del Parque Nacional de los Balcanes y la última cerca del Mar Negro. Fue en esta última donde no fue todo según lo previsto, al menos en un primer momento. “Cuando llegamos a la casa, el edificio por fuera estaba totalmente destrozado, todo era muy, muy chocante. [...] Cuando ya se abre la puerta de la casa, tú entras a un piso súper amplio, completamente renovado, con todas las comodidades, con un jardín precioso”, relata.

Vivienda donde Erika y su
Vivienda donde Erika y su familia se alojaron en Karlovo, Bulgaria. (CEDIDA)

Gónzalez explica a Infobae España que la crisis del coronavirus en 2020 supuso un punto de inflexión, y no solo por el motivo económico. El turismo masivo parece no ceder y de esta forma se garantiza un turismo responsable porque se utilizan recursos ya existentes. “Esto te permite descubrir zonas fuera de los circuitos turísticos tradicionales que están masificados. Al no haber dinero de por medio no se fomenta esta especulación”, comenta González, que añade que intercambiar casas también te permite salir de la zona más turística, más masificada y “descubrir lugares que nunca te habías planteado”. “La emergencia climática ha hecho que cada vez más gente se plantee su forma de visitar un sitio. El intercambio de casas es una opción de futuro, ya que implica la utilización de recursos ya existentes y no el uso de nuevos”, explicó la portavoz de HomeExchange Pilar Manrique ya el año pasado.

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