Desde el pasado 21 de mayo, fecha en la que Renfe comenzó a operar los nuevos trenes de Avril de Talgo, la puntualidad en los trayectos que cubren estos convoyes ha caído de manera significativa. Según ha podido saber la Agencia EFE, desde su puesta en marcha se han registrado un total de 479 incidencias, afectando la puntualidad de estos trenes a tal punto que solo cuatro de cada diez llegan a su destino en el horario previsto.
Los trenes Avril, también conocidos como S106, han realizado 1.768 servicios hasta el 5 de agosto de 2023. En un 27% de estos viajes, se produjo alguna incidencia, lo que ha reducido drásticamente la tasa de puntualidad de estos convoyes al 40,7%, muy por debajo del promedio de 76,2% de los servicios comerciales de Renfe, que incluyen los trenes AVE, Avlo, Alvia e Intercity. Las 479 incidencias registradas se dividieron de la siguiente manera: 352 provocaron retrasos de entre 10 y 30 minutos; 99 causaron demoras de entre 30 y 60 minutos; y en 28 casos, los trenes llegaron más de una hora tarde. Además, en 14 servicios, fue necesario realizar trasbordos de pasajeros debido a las averías, lo que generó una situación de caos y frustración entre los viajeros.
El incidente más grave ocurrió la semana pasada, cuando cerca de 500 personas quedaron atrapadas en un túnel cerca de la estación madrileña de Chamartín durante más de dos horas, sin luz ni agua suficiente. Este percance, que afectó a 34 servicios y casi 12.000 pasajeros, obligará a Renfe a indemnizar a los viajeros con un total de 390.000 euros.
Causas de las incidencias
Las fuentes cercanas a la operadora ferroviaria nacional señalan que las principales causas de las incidencias en los trenes Avril se deben a fallos en el material motor, problemas de tracción y fallos generalizados en las puertas de acceso. Estos problemas técnicos afectan a la puntualidad y a la imagen de Renfe, que ha visto cómo se desploma la confianza de los usuarios en sus nuevos trenes. Pese a los inconvenientes, la empresa fabricante Talgo no ha querido hacer declaración ninguna, dejando dejando a Renfe en la difícil situación de gestionar las consecuencias de estos fallos en la operativa diaria.
El impacto de las averías en los trenes Avril es especialmente severo en el corredor del norte (Madrid-Asturias y Madrid-Galicia), donde la puntualidad media de estos trenes se sitúa por debajo del 30%. Esto significa que solo tres de cada diez trenes llegan a su destino en el horario previsto. En contraste, el corredor nordeste (Madrid-Aragón-Cataluña) presenta una puntualidad del 46%, mientras que el corredor de Levante (Madrid-Valencia-Alicante-Murcia) logra una tasa del 60%.
Aunque los trenes Avril representan solo el 9,5% del parque total de trenes de alta velocidad y larga distancia de Renfe, su bajo índice de puntualidad ha tirado a la baja del promedio de la compañía. Hace un año, la puntualidad media de Renfe era del 77,6%, mientras que ahora ha caído 1,4 puntos porcentuales debido al mal desempeño de los Avril.
Normativa de puntualidad
La normativa de puntualidad de Renfe establece un margen de tres minutos para considerar un tren puntual. Sin embargo, si se aplicara el estándar de la Unión Europea, que fija el margen en cinco minutos, el índice de puntualidad de Renfe se elevaría hasta el 87%. En comparación, otros países europeos con redes ferroviarias similares, como Francia, Alemania e Italia, presentan índices de puntualidad del 83%, 70% y 66%, respectivamente.
Renfe adquirió los trenes Avril de Talgo como parte de su plan estratégico para modernizar su flota de alta velocidad y mejorar la eficiencia de su servicio en las rutas de larga distancia. El contrato para la compra de estos trenes se formalizó en 2016. Renfe encargó inicialmente 30 trenes Avril, con una inversión total de 786,5 millones de euros. El objetivo principal de esta adquisición era aumentar la capacidad y mejorar la conectividad en la red ferroviaria de alta velocidad, especialmente en corredores con alta demanda y trayectos largos. Con estos nuevos convoyes se pretende avivar la competencia con las operadoras lowcost extranjeras que operan en España: Iryo y Ouigo.