Puigdemont, en paradero desconocido, y la gran incógnita que persiste: cómo lo ha hecho y para qué

El expresident de la Generalitat entre 2016 y 2017 que declaró la independencia unilateral de Cataluña, ha vuelto a España este jueves tras casi siete años huido de la justicia

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Un simpatizante coloca un cartel
Un simpatizante coloca un cartel con una imagen de Carles Puigdemont, quien regresó a España tras siete años de exilio autoimpuesto a pesar de una orden de arresto pendiente en su contra, en Barcelona, ​​España, el 8 de agosto de 2024. (REUTERS/Nacho Doce)

Eran las 9 de la mañana del 8 de agosto de 2024 cuando tras un total de 2.475 días huido de la Justicia, el expresident de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont volvía a pisar España. Llevaba meses anunciándolo: volvería a Cataluña únicamente con motivo del pleno de investidura tras las elecciones autonómicas celebradas el pasado 12 de mayo, por el que el líder de Junts se presentaba como candidato. Y así ha sido.

Ya el día previo a la investidura, se sentía la tensión: no se sabía ni cómo ni cuándo llegaría Puigdemont a España, después de que en los últimos años el expresident residiera en Bélgica. Finalmente, fue este jueves a las 9 de la mañana cuando hizo su aparición en el Arc de Triomf, ubicado en el paseo Lluís Companys de Barcelona, donde su formación le esperaba con un acto de bienvenida, cerca de un blindado Parlament donde apenas una hora después comenzaría el debate de investidura del candidato del PSC, Salvador Illa.

Carles Puigdemont pronuncia su primer discurso en España tras su regreso. (Vídeo: Helena Margarit Cortadellas)

“A pesar de que nos han hecho mucho daño, hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar”, proclamó desde el atril del escenario. “Hoy muchos piensan festejar que yo sea detenido y pensarán que el escarnio nos y os disuadirá; que para escarmentar vale la pena incumplir una ley aprobada por su parlamento”, ha añadido, para después afirmar que la amnistía debía servir, textualmente, “para devolver a la política lo que nunca tendría que haber salido de la política”. Y ese fue todo el tiempo que se vio a Puigdemont. En esa hora que transcurrió entre que se le vio subirse al escenario y dar el discurso y que comenzara la investidura, el líder de Junts, tal y como había venido, volvió a desaparecer. Por este motivo, los Mossos d’Escuadra empezaron la llamada operación ‘Jaula’ vigilando todas las salidas por carretera de la ciudad de Barcelona que más tarde se ampliaron a toda Cataluña, para así localizar al expresident.

¿Por qué Puigdemont ha vuelto?

Por el momento, se desconoce la forma y desde cuando Carles Puigdemont ha entrado y permanecido en España, así como su actual paradero, pero él mismo en anteriores ocasiones ya había manifestado su necesidad de volver a España para “estar” en la investidura en el Parlament. “El Parlament de Catalunya ha convocado a todos los diputados en el debate de investidura del próximo presidente de la Generalitat. Yo tengo que estar y quiero estar. Por eso he emprendido el viaje de regreso desde el exilio”, afirmó en un post en X (antes Twitter) el prófugo el pasado 7 de agosto, un día antes de la investidura.

El abogado Jordi Cabré, del equipo de defensa del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, ha afirmado este jueves que el plan que habían ideado para su retorno ha salido “perfecto” y que el objetivo del político catalán no era “hacerse detener ni boicotear ninguna sesión de investidura”. En una entrevista de ElNacional.cat, el letrado ha asegurado que la finalidad del expresidente era “ejercer su derecho como diputado electo” en el Parlament.

Sin embargo, desde 2017, Puigdemont ha sido condenado por varios delitos a causa del procés, motivo por el que tuvo que huir de la Justicia española: sedición, rebelión, malversación o terrorismo, entre otros. A día de hoy, la mayoría de los delitos han desaparecido ya que quedan amparados por la aplicación de la ley de amnistía desde que se aprobó el pasado mes de mayo, pero el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena aún mantiene la orden de detención por el delito de malversación de fondos públicos, recogido en las excepciones de la ley. Por este motivo, Puigdemont tiene una orden de detención activa.

A pesar de la intención del líder de Junts de participar en el debate, los Mossos d’Esquadra aseguraron todas las entradas a la Cámara catalana para impedir su acceso. No obstante, sí logró aparecer en el acto de bienvenida en la calle, celebrado a pocos metros del Parque de la Ciutadella, donde se encuentra el Parlament, sin ser detenido previamente por las fuerzas de seguridad, que ahora intentan arrestarlo.

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