La investigación de todo lo que falló en la fuga de Puigdemont avanza: detenido un tercer agente de los Mossos

La detención se ha producido este viernes por la tarde, después de que el comisario jefe del cuerpo, Eduard Sallent, avanzara por la mañana que no se descartaba la posible implicación de más agentes

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Agentes de policía de los Mossos d'Esquadra frente al Parlamento de Cataluña, el día de la investidura de Salvador Illa, en Barcelona, España, 8 de agosto de 2024. REUTERS/Lorena Sopena
Agentes de policía de los Mossos d'Esquadra frente al Parlamento de Cataluña, el día de la investidura de Salvador Illa, en Barcelona, España, 8 de agosto de 2024. REUTERS/Lorena Sopena

Los Mossos d’Esquadra han detenido a un tercer agente del cuerpo por su presunta relación en la huida del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, han informado fuentes policiales oficiales a Europa Press y avanzó ElNacional.cat.

La detención se ha producido este viernes por la tarde, después de que el comisario jefe del cuerpo, Eduard Sallent, avanzara por la mañana que no se descartaba la posible implicación de más agentes.

Es el tercer mosso arrestado en el marco del dispositivo para localizar a Puigdemont, y los dos detenidos el jueves han quedado en libertad tras pasar a disposición judicial. A medida que pasan las horas, se conocen más detalles del dispositivo montado por los mossos y las ‘brechas’ por las que se coló el expresident en su huida.

La versión del mosso dueño del coche en el que huyó Puidemont

El otro mosso d’esquadra detenido el jueves, titular del coche en el que huyó el expresident, ha alegado que prestó el vehículo a una amiga que va en silla de ruedas y que ya ha sido identificada en una rueda de reconocimiento con fotografías de varias tenistas, puesto que practica ese deporte.

Así se desprende del atestado policial, al que ha accedido EFE, que los Mossos entregaron al juez que anoche dejó en libertad a este agente, detenido poco después de la huida de Puigdemont, tras desestimar el habeas corpus que presentó su defensa al considerar que su arresto fue ilegal. El agente ha reconocido que era suyo el coche de la marca Honda y color blanco, conducido por una mujer y con el que Puigdemont y el secretario general de Junts, Jordi Turull, huyeron ayer de la zona del Arc del Triomf tras la efímera reaparición del expresidente catalán después de siete años fuera de España.

Foto: DAVID OLLER -EUROPA PRESS
Foto: DAVID OLLER -EUROPA PRESS

El vehículo, que llevaba una silla de ruedas en el asiento del copiloto, estaba estacionado en la salida de un aparcamiento en el tronco central del paseo Lluís Companys de Barcelona, justo detrás de donde se dispuso el escenario en el que intervino Puigdemont. El agente detenido, que está de baja desde hace meses, adujo ante los policías que lo arrestaron que había prestado el coche con el que huyó Puigdemont a una amiga, en un intercambio, ya que ella le prestó su furgoneta. Según su versión, a la mujer le iba mejor el Honda porque estaba más adaptado el cambio de pedales, ya que utiliza silla de ruedas. Además, sostiene que no habían hecho el cambio de nombre de los vehículos que intercambiaron porque era una persona de confianza.

Sin embargo, los Mossos d’Esquadra que fueron a su casa a preguntarle sobre si el coche era suyo resaltan en el informe policial que el agente no se mostró nervioso ni preguntó en ningún momento si había habido algún incidente ni si su amiga había sufrido algún accidente, antes de negarse a decir nada más si no era en presencia de su abogado. La conductora del vehículo ya ha podido ser identificada por los Mossos gracias al agente de la Comisaría General de Información que comprobó sobre el terreno cómo Puigdemont y Turull subían al coche, ya que vio a la mujer e intentó perseguirla entre abucheos de los fieles del expresident, hasta que le acabó perdiendo el rastro. En concreto, el agente ha identificado a la conductora a través de una rueda de reconocimiento con fotografías de ocho tenistas, entre las que la reconoció.

“Quién eres, qué pasa, qué quieres”

Los Mossos d’Esquadra situaron a un solo agente de información cerca del escenario en el que intervino Carles Puigdemont, y fue “increpado y rodeado” por medio centenar de personas mientras vigilaba e intentaba seguir al expresident en su huida, circunstancia que comunicó a sus superiores por emisora y telefónicamente.

Foto: REUTERS/Nacho Doce
Foto: REUTERS/Nacho Doce

Así consta en el atestado que la policía catalana ha presentado ante el juzgado con motivo de la detención de dos mossos acusados de facilitar la huida de Puigdemont, un informe, al que ha tenido acceso EFE, que sitúa al exsecretario general de Junts Jordi Turull junto al expresident en sus movimientos de distracción para burlar a la policía. Según el atestado, los Mossos habían planificado un dispositivo por manifestaciones antagónicas de “nivel 2 de conflictividad” que podrían coincidir a las puertas del Parlament y derivar en disturbios, por lo que distribuyeron efectivos tanto en el exterior como en el interior del parque de la Ciutadella.

En concreto, se destinaron “siete efectivos policiales del área de información de Barcelona para dar seguridad a ambas movilizaciones”, quienes se desplegaron “a lo largo del paseo Lluís Companys, con la supervisión del jefe del dispositivo”, un sargento. En el paseo, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) había cerrado con vallas “atadas con bridas” el perímetro donde iba a tener lugar el acto de bienvenida a Puigdemont, de forma que nadie podía acceder a la misma sin romperlas.

Junto al escenario donde iba a intervenir Puigdemont, se destinó a un solo agente de información, que a las 8.30 horas vio llegar la comitiva de 200 personas que acompañaba al expresident, entre ellas autoridades y cargos electos de Junts. Puigdemont, detalla la minuta, estuvo “escoltado en todo momento por esas 200 personas”, que caminando a un ritmo “acelerado” llegaron a la parte trasera del escenario, que estuvo “protegido en todo momento” por un centenar de personas mientras intervenía el expresidente catalán.

Tras su discurso, de pocos minutos, el expresident bajó del escenario y se introdujo en una carpa que había montada en el interior del recinto perimetrado, un espacio que estaba totalmente cerrado e impedía la visión desde fuera, aunque el policía de información tuvo “control visual” de la situación gracias a su altura.

Foto: David Zorrakino - Europa Press
Foto: David Zorrakino - Europa Press

En ese momento, un grupo de unas 50 personas que estaban en el interior de la zona vallada se dispusieron en “tres columnas de filas con los brazos entrelazados”, con un sombrero de paja en la cabeza, que también se colocaron otros miembros de la organización.

El agente fue “increpado por su actitud de vigilancia por la gente que controlaba el acto”, con expresiones como “quién eres, qué pasa, qué quieres” y, añade el atestado, estuvo “rodeado todo el rato” por ellos, que intentaban que perdiera el control visual de lo que sucedía.

De sombrero de paja a gorra azul

Hacia las 9.05 horas, vio que un grupo de tres personas se acercaba a la valla de seguridad, a la altura del parking, y rompía las bridas de las vallas, momento en el que Turull salió del perímetro seguido de Puigdemont, ambos con una gorra azul en la cabeza.

A la altura del parking, había tres vehículos parados, uno de ellos el Honda propiedad del mosso detenido, además de un Volkswagen con matrícula holandesa y una motocicleta.

Puigdemont y Turull se subieron entonces a los asientos traseros del coche blanco, que conducía una mujer y que en el lugar del copiloto llevaba una silla de ruedas plegada y colocada en horizontal, sin que el agente pueda precisar qué personas iban en los otros dos vehículos. El mosso llamó por teléfono al inspector jefe de información para avisarle de la situación.

“Ha sido cuando la actitud de las personas que vigilaban y controlaban en todo momento las acciones del agente actuante ha cambiado de manera repentina”, según el informe policial, que señala que los congregados empezaron a “increpar y a seguir” al mosso cuando empezó a perseguir a los tres coches, que habían arrancado la marcha en dirección a la estación del Nord. Hasta que llegó a la calle Nàpols, el policía fue “perseguido e increpado por un grupo de personas”, que intentaron “entorpecer las comunicaciones y el recorrido del agente”.

* Información elaborada por Europa Press y EFE

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