Así es la millonaria herencia que ha dejado Carlos Goyanes

La sucesión de los bienes y el patrimonio del esposo de Cari Lapique fue planeada y ejecutada antes de su fallecimiento

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Carlos Goyanes en 2023 (Europa
Carlos Goyanes en 2023 (Europa Press)

El fallecimiento de Carlos Goyanes el pasado 7 de agosto ha conmocionado a su familia y amigos más cercanos. A los 79 años, el empresario y promotor inmobiliario murió en su residencia de Marbella, dejando tras de sí un legado tanto emocional como económico que ahora se reparte entre su esposa, Cari Lapique, y sus dos hijas, Carla y Caritina Goyanes.

Carlos Goyanes fue conocido no solo por ser el hijo de uno de los productores más influyentes del cine español, sino también por haber logrado consolidar una exitosa carrera en el mundo empresarial. Su habilidad para diversificar sus negocios, inicialmente centrados en el sector del espectáculo, le llevó a incursionar con éxito en el mercado inmobiliario, donde amasó una considerable fortuna.

Un enorme patrimonio inmobiliario y una planificación sucesoria adelantada

El patrimonio inmobiliario de Carlos Goyanes es uno de los aspectos más destacados de su herencia. Aunque, según reportes, el empresario no poseía propiedades a su nombre en el momento de su fallecimiento, la familia cuenta con varias residencias de alto valor. Entre estas destacan la casa en el Paseo de la Habana, en Madrid, donde Goyanes vivía junto a su esposa, y un chalet de lujo en Marbella, lugar donde ocurrió su deceso.

El hecho de que Carlos Goyanes muriera sin propiedades a su nombre podría indicar que tomó medidas para evitar futuros problemas sucesorios. Según fuentes cercanas, el empresario habría adelantado en vida el traspaso de sus bienes a sus familiares directos, lo que facilita el proceso de herencia y minimiza las posibles disputas legales.

Además de las residencias familiares, se sabe que Carlos Goyanes poseía un 18% de un local comercial en la zona de Goya, en Madrid, compartido con sus hermanos. Este es uno de los pocos activos que todavía figuraban a su nombre al momento de su fallecimiento, lo que refuerza la teoría de una planificación sucesoria adelantada.

Cari Lapique, heredera universal

Cari Lapique, la esposa de Carlos Goyanes, ha sido designada como la heredera universal de su fortuna. Lapique, quien compartió su vida con Goyanes durante décadas, no solo ha heredado la totalidad de sus bienes, sino también la presidencia de la empresa familiar. Esta compañía, dedicada al sector inmobiliario, cuenta con un activo valorado en aproximadamente 1,5 millones de euros, según ha informado el medio ‘Vanitatis’.

La decisión de Goyanes de otorgar a su esposa el control total de sus negocios no es sorprendente, dado que Lapique ha sido una figura clave en la administración y éxito de la empresa durante años. Su nombramiento como presidenta antes del fallecimiento de Goyanes garantiza la continuidad en la gestión y la estabilidad de los activos familiares. La planificación sucesoria de Carlos Goyanes parece haber sido cuidadosamente diseñada para evitar complicaciones y asegurar que su familia se beneficiara de manera eficiente de su fortuna. La ausencia de propiedades a su nombre y la asignación anticipada de roles dentro de la empresa familiar son señales claras de una estrategia que busca preservar tanto el valor económico como la armonía familiar.

Legado familiar y emocional

Más allá de la considerable herencia económica, Carlos Goyanes dejó un profundo legado emocional a su familia. Su vínculo con sus hijas, Carla y Caritina, era especialmente cercano, algo que ambas han expresado públicamente. Carla Goyanes, en particular, compartió una emotiva carta en sus redes sociales, en la que destacó el amor y dedicación que su padre tuvo hacia su familia. “Papá, no te haces una idea de lo que te vamos a echar de menos. Eres el mejor padre y abuelo que se puede tener”, escribió Carla, evidenciando el profundo impacto que la muerte de su padre ha tenido en su vida.

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