La vida de Frank Cuesta ha cambiado en cuestión de unas semanas. El naturalista ha dedicado los últimos años de su vida a la creación de un santuario de animales en Bangkok, Tailandia. Allí, le da un hogar a aquellas especies que, por diferentes motivos, acaban en el país asiático; y en sus 37 hectáreas, les ofrece la oportunidad de vivir en semi-libertad mientras él los cuida. Sin embargo, tres años después de abrir las puertas de ‘Libertad’, su exmujer y madre de sus hijos, Yuyee, le ha reclamado el lugar de forma legal.
El youtuber no tardó en airear en redes todas las complicaciones que ha estado sufriendo y también aclaró todas las clausulas y condiciones del acuerdo al que ha llegado con su expareja. “La casa y el terreno está a su nombre, y se hizo una reforma de unos 70.000 euros a principios de este año que pagué yo”, indicó el leonés. Y es que, al ser una persona extranjera, el español tuvo que poner a nombre de su mujer el terreno que quiso adquirir. Sin embargo, a lo largo de estos años, ha sido él quien lo ha mantenido y construido.
Según indicó Cuesta en un directo en su canal de Kick, su relación con Yuyee era cordial hasta que llegaron a sus vidas nuevas parejas: “Teníamos una relación bastante buena, y hace un tiempo la cosa empezó a cambiar, y nuestra relación también, no sé si por su nueva pareja, que yo no tengo nada contra ella, pero coincide en el tiempo con que la relación se enfriase hasta llegar al desacuerdo de que la casa se ponga a nombre de mis hijos”.
La denuncia de Yuyee y su pareja
Y es que estas declaraciones, han provocado que todos sus fans acudan en masa a insultar y amenazar a su exmujer por redes sociales, sin siquiera conocer su versión. Y, a pesar de que él rogó que no hubiese odio hacia ella, en sus últimas palabras afirmó que “se merece que se le echen encima, aunque no lo quiera. Pero lo que yo estoy recibiendo ahora mismo es algo tan sumamente amoral... es el karma. Yo mal nunca le voy a desear porque es la madre de mis hijos, pero la cosa ha cambiado muchísimo. Para mí, moralmente, lo ha perdido todo”.
La cuenta de Instagram de Yuyee se ha llenado de comentarios de odio en cada una de sus imágenes: “La mujer mas odiada de los hispanohablantes”, “Devuélvete a la cárcel (y emoticonos de excrementos)” y “Me imagino que tus hijos sentirán la repulsión por ti que sentimos todos”. Además, los comentarios no solo van hacia ella, sino también para su nueva pareja, Chris Korn: “Por lo menos podrías haberte buscando alguien normal”, “Espero que no vengáis a España y andéis por las calles” y “Parecéis trasvestis las dos”.
Por esto mismo, ambos ha acabado acudiendo a la policía de Tailandia y han puesto una denuncia contra él por incitación al odio. “Pues nada, denuncia en la Policía porque resulta que la parejito no se siente segura por las amenazas que ciertos despojos le han hecho en internet y, claro, yo soy el causante. No hay manera de librarse de este drama”, comentaba Frank en la red social X.
Pues nada...denuncia en la policia porque resulta que la parejita no se siente segura por las amenazas que ciertos despojos le han hecho en internet y claro, yo soy el causante. No hay manera de librarse de este drama!!!!
— Frank Cuesta (@Frank_Cuesta) August 7, 2024
Cuánto deberá de pagar Frank Cuesta
Cuando Frank adquirió el santuario, al ser extranjero y no poder tener propiedades allí, lo tituló a nombre de su exmujer con la condición de que pasaría a ser para su primer hijo, Zorro, cuando este cumpliese los 18 años. Sin embargo, por diferentes circunstancias esto no ocurrió. Por ello, la expareja ha llegado al acuerdo de pagar 225.000 euros en cuatro cuotas.
“Me dijo: ‘No quiero estar molestándote por el resto de tu vida. Has dicho que la tierra cuesta unos 15 millones, y te estoy pidiendo por unos 225.000 euros en cuatro veces, y cada vez que me pagues, la tierra se dividirá en una parte y se pondrá a nombre de Zorro’ (uno de sus hijos). Esto equivale a unos 50.000 euros digamos por cada una de las cuotas”, indicó en Kick. Para conseguir todo el dinero que necesita, el presentador está haciendo una recaudación de fondos en internet para intentar salvar el santuario, en el cual ha asegurado haber invertido más de 800.000 euros de su bolsillo.