¿Consume más un vehículo diesel o uno de gasolina?

La elección entre un vehículo diésel y uno de gasolina es una de las decisiones más importantes para los consumidores que buscan un automóvil, ya sea nuevo o usado. Ambos tipos de motores tienen sus propias ventajas y desventajas, y el consumo de combustible es un factor crucial en esta decisión. En los últimos años, estos combustibles han sufrido grandes variaciones en su precio, llegando a su punto álgido en la primavera de 2022, cuando el Gobierno se vio obligado a subvencionar con hasta 20 céntimos por cada litro de gasoil o gasolina. Por tanto, el gasto energético de un vehículo es un factor determinante a la hora de su selección.

Los motores diésel son conocidos por su alta eficiencia energética. Esto se debe a que el diésel tiene una mayor densidad energética que la gasolina, lo que significa que contiene más energía por litro. Como resultado, los vehículos diésel suelen recorrer más kilómetros por litro de combustible en comparación con sus equivalentes de gasolina. Además, destacan por ser más eficientes en recorridos largos y en autopista, donde pueden mantener una velocidad constante y aprovechar al máximo su par motor alto.

Aunque los motores de gasolina han mejorado significativamente en términos de eficiencia, todavía no pueden igualar la eficiencia de los motores diésel debido a la menor densidad energética de la gasolina. Los vehículos de gasolina suelen ser más eficientes en trayectos urbanos, donde las constantes paradas y arranques no penalizan tanto el consumo como en los motores diésel, que están optimizados para largas distancias y velocidades constantes.

En términos de consumo de combustible puro, los vehículos diésel suelen ser más eficientes y consumir menos combustible que los vehículos de gasolina, especialmente en trayectos largos y a velocidades constantes. Sin embargo, esta ventaja en eficiencia debe ser equilibrada con otros factores como el costo del combustible, el mantenimiento, y el impacto ambiental. Para aquellos que recorren largas distancias regularmente, un vehículo diésel puede ser una opción más económica a largo plazo debido a su menor consumo de combustible. Por otro lado, para los conductores que mayormente circulan en entornos urbanos o recorren distancias cortas, un vehículo de gasolina puede ser más adecuado debido a su menor costo de mantenimiento y menor penalización por consumo en trayectos cortos.

No se puede obviar el impacto ecológico de ambos tipos de motor. Los motores diésel, pese a su eficiencia en cuanto al consumo de combustible, han sido severamente criticados por sus emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), los cuales son perjudiciales para la calidad del aire y la salud pública. En respuesta, las regulaciones han forzado la implementación de tecnología como los filtros de partículas y sistemas de reducción catalítica selectiva (SCR) para mitigar estas emisiones. Sin embargo, de acuerdo con información de Revista Car, estas tecnologías no siempre son suficientes para eliminar por completo el impacto negativo en el medio ambiente.

Los motores de gasolina, por su parte, emiten más dióxido de carbono (CO2) de manera proporcional, lo que contribuye al cambio climático. No obstante, las emisiones de NOx y partículas finas son generalmente menores que en el caso de los diésel. Dentro de este contexto, es inevitable mencionar el creciente avance de las tecnologías híbridas y eléctricas. Cada vez más, consumidores y fabricantes están abordando la transición hacia vehículos que combinan motores de combustión interna con sistemas eléctricos, ofreciendo no solo menores emisiones de gases contaminantes, sino también una mayor eficiencia en el consumo de energía.