Los neumáticos son un elemento crucial de la seguridad en un automóvil, ya que son el único punto de contacto entre el vehículo y la carretera. De este modo, para cumplir con la normativa y asegurar una conducción segura, se recomienda revisar los neumáticos con regularidad y estar atentos a cualquier signo de desgaste o envejecimiento.
Las multas y, más importante, los riesgos asociados a neumáticos en mal estado, son razones suficientes para prestar atención a este componente vital del vehículo. Por eso es fundamental saber cuándo hay que reemplazarlos.
¿Qué movimientos desgastan más mis neumáticos?
El tipo de conducción y las vías por las que se circula también es el principal factor del desgaste de los neumáticos. Por esa razón, un vehículo de carga, o que habitualmente circula con alta carga, deberá cambiar los neumáticos antes de recorrer los km previstos. Del mismo modo, las condiciones extremas de temperatura y el estado del asfalto son factores relevantes a considerar. Como también lo son la conducción a altas velocidades y la presión de los neumáticos incorrecta, ya que son causas adicionales que pueden justificar un cambio prematuro.
Igualmente, según País Automoción, es importante considerar el tipo de neumático: los de invierno tienen una duración ligeramente inferior a los de verano, debido a la degradación mayor si se usan a temperaturas superiores a 15º C. Y viceversa, los de verano se desgastan más rápido a temperaturas bajo los 7º C.
Otra cosa a tener en cuenta, según Autofácil es el tipo de coche y el estilo de conducción. Por ejemplo, en promedio, los neumáticos delanteros de un coche compacto se reemplazan cada 40.000 km, mientras que los traseros duran unos 60.000 km. No obstante, la revista País Automoción sostiene que “los fabricantes recomiendan cambiar los neumáticos cada 45.000 km o cada diez años, lo que llegue antes”.
¿Qué consecuencias pueden tener unos neumáticos en mal estado?
Los neumáticos en mal estado, no solo suponen un peligro para todo vehículo que se encuentre en la calzada, sino que pueden suponer multas de hasta 800 euros. Así, Autofácil destaca que “los neumáticos en mal estado son motivo de multa -200 euros por cada uno-, reducen la estabilidad hasta en un 30% y aumentan la distancia de frenado hasta en un 25%”.
Para evitarlo, se debe hacer una inspección anual de los neumáticos después de los primeros 5 años de uso, incluso en vehículos con poco rodaje, según explica País Automoción. La vida útil del neumático, más allá de los km: “generalmente es de 10 años desde la fecha de fabricación, influenciada también por la calidad de los mismos”. Además, se destaca que “algunos problemas mecánicos pueden provocar un desgaste irregular de las ruedas”, requiriéndose un cambio anticipado.
Por otro lado, Mobilize menciona que los neumáticos de fábrica tienen una profundidad de dibujo de 8-9 mm, y es legal conducir hasta que esta profundidad alcance los 1,6 mm, aunque se recomienda cambiarlos antes de que lleguen a los 2 mm para asegurar una conducción más segura. Cabe añadir que existe una prueba para comprobar la profundidad del dibujo. Para ello, se sugiere el uso de un medidor de profundidad o, de forma alternativa, una moneda de 1 euro, insertándola en la banda de rodadura: si se ve el círculo dorado, la profundidad no es adecuada.