Hablar de Letizia Ortiz Rocasolano significa recordar su paso como periodista de RTVE y su enlace con el entonces príncipe de Asturias Felipe, a quien unió su vida un lluvioso 22 de mayo de 2004. Por aquel entonces, lo que muchos desconocían es que la comunicadora ya había pasado por el altar. Seis años antes, la royal española se había dado el ‘sí, quiero’ en una íntima ceremonia civil celebrada en la localidad de Badajoz.
Este miércoles, 7 de agosto, se cumplen 26 años de su primer matrimonio. Fue en 1998, cuando la esposa de Felipe VI se vestía de blanco para caminar hacia el altar, donde la esperaba su profesor de Lengua y Literatura del Instituto Ramiro de Maeztu, de Madrid, Alonso Guerrero, con quien se llevaba diez años, pues ella tenía 26, mientras que el 36. Enamorados y dispuestos a tener un futuro juntos, los dos organizaron una discreta boda civil en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Almendralejo, la localidad natal del también escritor.
Alonso Guerrero y Letizia iniciaron un discreto noviazgo en el centro educativo hasta que ella alcanzó la mayoría de edad y tomó la decisión de irse a vivir con él. A lo largo de casi 7 años, ambos supieron superar las diferentes dificultades que atravesaba su relación, pues la madre de la princesa Leonor tuvo que trasladarse durante un año a México para terminar su carrera en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.
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El principio del fin
La entonces pareja se comprometió en matrimonio y, poco después, llegó el gran día. El peso de oficiar la ceremonia recayó por el que fuera alcalde de la región pacense por aquel entonces, Manuel Jesús, quien mantenía una estrecha relación con el que un día fue pareja de la reina, ya que ambos se conocían desde la infancia. Fue un día sumamente especial para los recién casados y, como no, para la comunidad de Almendralejo, quienes habían sido testigos de su historia de amor casi desde los inicios. De esta manera, familiares e íntimos amigos de los novios sacaron de sus armarios sus mejores galas para asistir al enlace.
Para su gran día, Letizia Ortiz preparó cada detalle con sumo mimo. Su vestido de novia fue un diseño de Victorio y Lucchino que combinó con un recogido en forma de trenza. Además, ella misma se encargó personalmente de escoger su ramo de novia en una floristería de la localidad. Tras la ceremonia, los invitados y los recién casados celebraron el banquete en el ya extinguido restaurante El Paraíso, conocido por su comida extremeña. La pareja pasó la noche de bodas en el hotel Espronceda de la localidad y, al día siguiente, viajaron a Madrid.
Si bien los entonces novios vivieron este día con suma felicidad y alegría, lo cierto es que sus nupcias marcaron el principio del fin de su relación. Su matrimonio tan solo duró un año, pues la pareja tomó la decisión de seguir sus caminos por separado, casi al mismo tiempo que los padres de Letizia se divorciaban. Si bien su enlace no tuvo los frutos que ambos esperaban, lo cierto es que a día de hoy los dos mantienen una buena relación.