Un piloto del Ejército del Aire cuenta cuánto tarda en cruzar España a máxima velocidad en un F-18

Pilotar un F-18 requiere una combinación de habilidades técnicas, físicas y mentales que van más allá de las demandas de la aviación comercial

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Caza F-18 de España (Javier Chao/Ejército del Aire)
Caza F-18 de España (Javier Chao/Ejército del Aire)

Cuando pensamos en aviones militares, la imagen que viene a la mente suele ser la de un caza surcando los cielos a velocidades vertiginosas. Antonio Mancebo, piloto combate del Ejército del Aire, ha brindado detalles sobre qué ocurre cuando, ante una emergencia, se requiere el despliegue de una de estas aeronaves. De acuerdo a lo señalado por el aviador español en el podcast Búscate la vida, en una urgencia el factor tiempo es esencial por lo que un F-18, el caza que él vuela, está diseñado para minimizarlo.

De esta manera, si surge un problema en el Estrecho de Gibraltar, Mancebo señala que “si usas la máxima velocidad, en unos 15 minutos estás ahí”. Este tiempo es por demás reseñable, considerando los algo más de 530 kilómetros que separan la Base Aérea de Torrejón, donde está destinado el piloto, y el Estrecho. En otras rutas, como un Barcelona-Galicia, la respuesta es tan sólo de media hora. Estos tiempos son posibles gracias a las capacidades de alta velocidad del F-18, que puede ir a más del doble de la velocidad de un avión comercial y volar a altitudes mayores.

La diferencia entre un F-18 y un avión comercial no sólo radica en su velocidad, sino también en sus rutas y capacidades de maniobra. Un avión comercial, que sigue estrictamente las instrucciones de los controladores aéreos y rutas preestablecidas, tarda más en llegar a su destino. Según Mancebo, un vuelo de Madrid a Barcelona en un avión comercial puede durar unos 50 minutos, mientras que un F-18 puede completar la misma ruta en aproximadamente 20 minutos. Esta reducción drástica en tiempo de vuelo ilustra la agilidad y eficiencia de los aviones militares en comparación con sus contrapartes comerciales.

En este sentido, pilotar un F-18 requiere una combinación de habilidades técnicas, físicas y mentales que van más allá de las demandas de la aviación comercial. Los pilotos deben estar entrenados para manejar altas velocidades, realizar maniobras complejas y tomar decisiones rápidas en situaciones de alta presión. Además, deben estar familiarizados con el funcionamiento de sistemas de armas avanzados y ser capaces de operar en entornos hostiles. Este nivel de competencia y entrenamiento es crucial para garantizar que los pilotos puedan cumplir sus misiones de manera efectiva y segura.

Un caza F-18 del Ejército del Aire sobrevuela las Bardenas Reales, en Navarra (EA)
Un caza F-18 del Ejército del Aire sobrevuela las Bardenas Reales, en Navarra (EA)

El F-18 en España

En mayo de 1983, España finalizó un extenso proceso de evaluación al seleccionar el F-18 para reforzar su flota de combate, con una compra inicial de 72 unidades, distribuidas en 60 monoplazas (modelo A) y 12 biplazas (modelo B). Los primeros cazas llegaron a la base de Zaragoza en julio de 1986, incorporándose al Ala 15 y más adelante al Ala 12, en Torrejón de Ardoz, en reemplazo de los F-4C. Esta adquisición marcó un hito al ser la primera vez que el Ejército del Aire concluyó un programa completo de evaluación y compra de un cazabombardero de manera autónoma, sin intervenir acuerdos de amistad diplomáticos.

Posteriormente, España adquirió otras unidades de F-18 excedentes de Estados Unidos, fortaleciendo el Ala 46 de la base aérea de Gando (Gran Canaria), después de un breve periodo en la base aérea de Morón (Sevilla). El F-18, conocido por su capacidad de ataque y penetración sin especializarse en un único ámbito, ha demostrado ser un sistema de armas versátil, con habilidad para ejecutar misiones tanto aire-aire como aire-superficie.

El F-18 posee características técnicas sobresalientes como una longitud de 17,07 m, envergadura de 11,43 m y una altura de 4,67 m. Con un peso vacío de 12.701 kg y un peso máximo al despegue de 25.400 kg, el caza alcanza velocidades máximas de 1.8 Mach y una autonomía de 780 km, extendiéndose a 3.700 km en misiones de traslado. Equipado con dos motores General Electric F404, un cañón Vulcan de 20 mm, misiles Sparrow, Sidewinder y Taurus, junto con una capacidad de carga lanzable de hasta 7.700 kg, el F-18 se destaca por su versatilidad y alto rendimiento operativo.

Los Eurofighter españoles despegan rumbo a la aventura: el Ejército del Aire lleva sus cazas hasta donde nunca han llegado.
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