Hace solo diez años, Tatiana Delgado era una más de la televisión de nuestro país. La joven se movía por los platós de Mujeres y Hombres y Viceversa y Sálvame Deluxe con total naturalidad; sin embargo, a día de hoy, las nuevas generaciones pueden que no conozcan su nombre. Su salto a la fama ocurrió desde el helicóptero de Supervivientes 2011, una de las ediciones más vistas de su historia. La última vez que se mezclaron personajes famosos y anónimos en sus playas, y la primera vez de Jorge Javier Vázquez al frente de sus galas.
Entre perfiles tan famosos como Kiko Rivera, Tamara Gorro y Chayo Mohedano, Tatiana Delgado se alzaba con el segundo puesto de la edición a pesar de ser la menos conocida de todos. Su comienzo en Cayos Cochinos resultó un tanto anecdótico, ya que en los conocidos saltos desde el helicóptero con los que comienza el programa, la joven sufrió el desplazamiento de una de sus prótesis mamarias y tuvo que desalojar la isla varios días. Pero, tras su vuelta, la bailarina se comía a sus contrincantes en las pruebas y su explosiva personalidad la hizo conectar con el público.
A su llegada a España, decidió aportar por su propio negocio y se convirtió en directora de un centro de belleza y medicina estética; además, también lo intentó en el mundo de la interpretación y llegó a participar en formatos como Cámbiame. Sin embargo, la transformación que sufrió por parte de Natalia Ferviú no fue suficiente para ella, y desde entonces, se ha sometido a innumerables retoques estéticos.
Actualmente, presume de trenzas africanas en color negro, pero su cabello ha pasado por muchos estados. Desde extensiones rubias, pelirrojas y pelucas cortas negras, la estilista se vuelve camaleónica en cada una de sus salidas. También se ha puesto la cara mucho más delgada, ha perfilado su nariz, se ha agrandado los labios y ha rellenado su cuerpo de tatuajes. Por otro lado, incluso ella misma se atreve a tocar su cuerpo, y en redes sociales confesó que se había transformado los colmillos y las carillas con composite, resina, pasta de alginato y pegamento dental para implantes.
La vida actual de la bailarina
Una de estas operaciones estéticas casi acaba con su vida. Un año después de su paso por Supervivientes, la bailarina confesó en el plató de Sálvame que había sufrido una sepsis a causa de una rotura en sus glúteos: “Me cogieron de los pelos, me dieron una patada en la prótesis, se me rompió y me dio una sepsis”. Pero, este episodio no le provocó ningún tipo de pudor, y siguió modificando su aspecto. En redes sociales muestra a sus casi de 65.000 seguidores sus nuevos looks en cada una de sus fotografías, las cuales no siempre reciben buenos comentarios.
Por ello, ha denunciado en varias ocasiones todo el odio que recibe en redes sociales, algo que no ha provocado que deje de anunciar cuáles son cada una de las transformaciones corporales que se hace. Pero no todo ha sido por pasar por quirófano, ya que acude varios días en semana a entrenar y cuida mucho su alimentación; además, de realizarse constantes tratamientos para su piel.
“He sufrido mucho y he aprendido de todo lo malo que me ha pasado. La crítica viene de gente que no tiene nada. Hoy estoy muy orgullosa de la mujer en que me he convertido. Soy libre, me busco la vida y no necesito que los demás me regalen nada. Soy independiente, libre y luchadora. He estado unos años perdida, desubicada. Cuando sales de la tele no tenía muy claro qué hacer ni donde tirar. Al final busqué otras alternativas, me encontré a mí misma, me metí mucho en la meditación”, aseguró a Socialité hace unas semanas. En la entrevista con el programa de Telecinco, también actualizó sobre su ritmo de vida actual. La joven vive en Ámsterdam, donde trabaja en un teatro erótico y ha dejado de lado el mundo de la estética para disfrutar de su cuerpo tal y como está.