El emotivo reencuentro de Felipe VI y Amalia de Holanda en los JJ. OO. de París: derroche de complicidad y cariño con su ‘protegida’

La hija de Guillermo y Máxima de Holanda ha disfrutado la final femenina de 3X3 de baloncesto junto al esposo de la reina Letizia

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La princesa Amalia de Holanda
La princesa Amalia de Holanda y el rey Felipe VI en los Juegos Olímpicos de París (Photo by Andre Weening/BSR Agency/Getty Images)

Después de que la princesa Leonor, la infanta Sofía y la reina Letizia se dejasen ver mostrando su apoyo a los atletas españoles en las diferentes competiciones de los Juegos Olímpicos de París, tocaba el turno al monarca Felipe VI. El soberano era el único miembro de la casa real española que faltaba por asistir a la cita olímpica.

Este lunes, 5 de agosto, el hijo de la reina Sofía tomó un vuelo desde Palma de Mallorca, donde disfrutó de una cálida noche de verano junto a su familia, con destino a la capital francesa. Al margen de su reunión con la delegación española y su encuentro con varios fans, un detalle que no ha pasado desapercibido por el ojo público ha sido el hecho de que Amalia de Holanda estuviera a su lado en París.

La hija de Guillermo y Máxima de Holanda y el soberano español tuvieron un emotivo reencuentro en los Juegos Olímpicos y, juntos, disfrutaron la final femenina de 3X3 de baloncesto. Ambos royals europeos se tienen un gran cariño, pues cuando la joven estaba en peligro debido a las amenazas del crimen organizado de Países Bajos, el rey no dudó en acogerla en Madrid el tiempo que fuese necesario.

Los reyes de España, Felipe
Los reyes de España, Felipe VI (3i) y Letizia (i), junto a los reyes de los Países Bajos, Guillermo Alejandro (3d) y Máxima (d), la reina emérita de los Países Bajos Beatriz (2d), la princesa heredera Catalina Amalia de Orange (c) y la princesa Margarita (2i) durante la cena de gala con motivo de su visita de Estado al país, este miércoles en Ámsterdam (Países Bajos). EFE/ Chema Moya

Gracias a la ayuda de la corona real española, la princesa pudo trasladarse a España para continuar con sus estudios en la Universidad de Ámsterdam y retomar su vida con la máxima normalidad cuando fuese posible. Felipe VI se encargó de garantizarle protección y bienestar a la joven, un gesto que ha creado un vínculo inquebrantable entre ambas monarquías.

Volviendo a su emotivo reencuentro, el marido de la reina Letizia y la heredera al trono de Países Bajos se sentaron juntos en la primera fila de las gradas para observar la final de baloncesto 3x3 femenina en la que España se disputaba la preciada medalla de oro frente a Alemania. El partido finalizó otorgándole la medalla de plata al equipo español.

Sin embargo, esta disputa bastó para evidenciar el gran cariño que se tienen Felipe y Amalia. Sentados uno al lado del otro, estuvieron todo el partido compartiendo puntos de vista, risas e incluso abrazos con cada punto a favor o en contra. Una actitud que puso de manifiesto la estrecha relación que los dos se procesan, pues mostraron una gran complicidad y cariño.

Es la primera vez que el padre de la princesa Leonor muestra su apoyo in situ a los deportistas españoles, pues no estuvo presente en Tokio en 2021 ni en Río de Janeiro en 2016. Así, el monarca estuvo junto a Letizia en la ceremonia inaugural del viernes 26 de julio y, acto seguido, puso rumbo a Mallorca para participar en la Copa del Rey Mapfre, donde también presidió la entrega de premios.

Tras una cena familiar en la capital mallorquina, Felipe VI cogió un avión para trasladarse a París. Lo primero que hizo al llegar ha sido trasladarse a Villa Olímpica para saludar a los deportistas, trabajadores y voluntarios, además de protagonizar selfies con las personas allí congregadas. Durante la jornada de este martes, 6 de agosto, el rey ha estado presente en la competición de piragüismo sprint de K-500 metros y, además, ha felicitado al equipo masculino por su pase a semifinales y al femenino por su clasificación para la gran final.

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