El Juzgado de lo Mercantil 2 de Granada ha exonerado a un hombre que sumaba hasta 60.000 euros de deuda por la petición de microcréditos y préstamos personales. El dinero iba a parar a una novia falsa de la que todavía no se ha conseguido saber si su existencia es real y que el hombre nunca ha llegado a ver.
Pero, ¿qué es una estafa amorosa? Se trata de métodos que emplean los timadores, quienes empiezan una relación sentimental con la víctima y se aprovechan de ellas para obtener elevadas cantidades de dinero. Con la llegada de las nuevas tecnologías y las plataformas de citas rápidas, estos intentos han incrementado considerablemente, por lo que hay que extremar la precaución a la hora de unirse a estas plataformas.
Esta decisión judicial, a la que ha podido tener acceso EFE, se fundamenta en un trámite concursal que ha reconocido la naturaleza de “buena fe” de la deuda contraída por el hombre, lo que implica un alivio significativo para el afectado, quien depende de una pensión mensual de 1.400 euros.
El auto del juzgado destaca que el hombre, sin propiedades y con ingresos limitados, fue víctima de una estafa amorosa. Este tipo de fraude, que se ha vuelto común en la era digital, involucra a delincuentes que manipulan emocionalmente a sus víctimas, ganándose su confianza y solicitando dinero bajo diversos pretextos. En este caso, la supuesta novia nunca se materializó y su existencia real no pudo ser verificada.
Como ha explicado el abogado, Gonzalo Portillo a EFE, la víctima buscó ayuda legal para poder unificar y gestionar mejor así sus deudas. El equipo del abogado Portillo, Portillo Estudio Legal, inició una investigación detallada para comprender el origen de la deuda y evaluar posibles soluciones. La estrategia legal se centró en demostrar que las deudas contraídas no fueron resultado de una gestión irresponsable de sus finanzas, sino de un engaño bien planificado y ejecutado por la supuesta novia turca.
Según ha explicado Portillo a EFE, “la supuesta novia, una turca que decía estar en Bulgaria, supo tocar muy bien el lado afectivo de la víctima, un hombre divorciado sin mucha relación con la familia, cuya confianza se fue ganando poco a poco”.
Una deuda “de buena fe”
La mujer pidió primero pequeñas cantidades para afrontar enfermedades y accidentes y luego fue incrementando la cuantía con la promesa de que iba a viajar a España para casarse con la víctima, que acumuló la deuda después de gastar todos sus ahorros. Después de haber pagado los billetes de ida y vuelta, la supuesta novia y estafadora llamó al afectado para pedirle 3.000 euros como tributo especial para viajar a España, dinero que ya la víctima no tenía.
El letrado ha explicado en su defensa ante el juzgado de lo Mercantil el origen de la deuda, dejando claro que el implicado no había actuado de forma irresponsable y que había caído en un engaño.
Como ha adelantado el diario Ideal de Granada, el juzgado encargado del procedimiento de concurso de acreedores por insuficiencia de masa activa, ha interpretado que se trata de una deuda “de buena fe” y le ha perdonado las deuda con hasta cinco entidades bancarias.